La Eurocup y la Basketball Champions League de la FIBA se han convertido en los últimos años en uno de los cotos de caza favoritos para la Euroliga, que suele captar cada verano a los jugadores más destacados de las dos competiciones europeas situadas actualmente están un escalón por debajo. Normalmente resulta una estrategia exitosa, ya que se trata de jugadores que, al contrario de lo que suele suceder con los que llegan directamente desde la NBA tras no hacerse un hueco allí, ya están adaptados al baloncesto europeo y han demostrado su valía en escenarios similares a los que se encuentran luego en la Euroliga.

Ese fue el caso, sin ir más lejos, de Darius Thompson y Maik Kotsar, piedras angulares de la buena temporada del Baskonia que llegaron a Vitoria-Gasteiz el pasado verano después de despuntar en el Lokomotiv Kuban y en el Hamburg Towers de la Eurocup respectivamente. Ahora, uno de los nombres que está en boca de todos y que parece estar más que preparado para dar el salto a la máxima competición europea es el base estadounidense con pasaporte macedonio TJ Shorts, héroe del Telekom Baskets Bonn en la consecución del título de la BCL el pasado fin de semana en el Martín Carpena de Málaga.

Shorts, que curiosamente coincidió con Kotsar en Hamburgo en la temporada 2020-21, lleva tres temporadas despuntando en la Bundesliga alemana con espectaculares cifras anotadoras y este curso ha exportado su eléctrico baloncesto también a la Basketball Champions League. El exterior ha sido el segundo máximo anotador del torneo con nada menos que 19,5 puntos por encuentro y también el segundo asistente con 6,8 envíos de media, lo que lo convierten en el cuarto más valorado con 18,9 créditos. Además, ha demostrado ser mucho más que una máquina de hacer números, ya que en el momento clave de la campaña, la Final Four, ha tirado de su equipo y ha sacado su carácter ganador.

En la semifinal contra el Unicaja, equipo anfitrión, anotó 21 de los 69 puntos de su equipo y se erigió en la pieza diferencial en la ajustada victoria del Bonn por 67-69, mientras que en la final el Hapoel fue incapaz de frenarlo y se salió del mapa con 29 puntos, un 7/14 en tiros de dos y un 3/3 en triples. Se trata de un base eléctrico, desequilibrante, con buena muñeca y ágil, capaz de generar buenas situaciones de tiro con el bote tanto para él como para sus compañeros. Su única pega son sus 1,75 metros de altura, quizás la razón por la que todavía no ha tenido oportunidades en la Euroliga.

Ahora, tras su exhibición en la BCL, su aterrizaje en el torneo parece inevitable. De hecho, ya se le relacionó con el Baskonia en enero cuando Henry fue sancionado, aunque ahora se ha revalorizado y tal vez entren más equipos en la puja. A sus 25 años, el futuro es suyo.

La cifra

19,5 Puntos de media en la BCL

Shorts ha sido el segundo máximo anotador de la competición y llevó sus números un paso más allá en la ‘Final Four’, con 25 de media.