Pese a su juventud, Nadine Arbaizar tiene claros sus pasos a seguir en el mundo del tenis.

¿Qué supone poder seguir estudiando y formándose como jugadora en Estados Unidos? 

–Es una gran oportunidad. Aquí en España, no se puede compatibilizar los estudios con cualquier deporte a un alto nivel. No hay los recursos, mientras que en Estados Unidos sí. Allí el deportista lo tiene más fácil. Existe la opción de poder hacer una carrera por lo menos y seguir entrenando para poder pelear después por ser jugadora profesional.

Ya ha vivido varios años sola fuera de casa, pero ahora cruza el charco. ¿Cómo lo afronta? ¿Hay miedo? 

–Estoy bastante acostumbrada, ya que llevo cinco años fuera de casa, sin familia y sin amigos, por lo que tampoco es que suponga un gran cambio para mí. Sin embargo, toda la vida sí he estado en España, cerca de mi casa, pero ahora estoy a bastantes más kilómetros y le tengo un poco más de respeto ya que no podré ver a mi familia tan a menudo, pero bueno, creo que no lo llevaré tan mal.

¿Qué es lo que más le preocupa? 

–No hay nada en concreto que me preocupe. No lo sé. A ver, igual que no me encuentre cómoda en el sitio y me preocupe por estar lejos de casa, pero no creo que eso me pase.

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La tenista Nadine Arbaizar persigue su sueño de ser tenista profesional en Estados Unidos Cedidas

¿Confía en adaptarse rápido a su nueva vida, con un país y una cultura totalmente distinta a lo que ha conocido hasta ahora? 

–Sí, me adapto bastante bien a los sitios.

¿Cuál es su objetivo? 

–El principal es simplemente mejorar mi tenis y jugar partidos de nivel. De este modo, cuando termine la carrera y tenga un título universitario trataría de seguir compitiendo a nivel profesional ya que no tendría esa presión de no tengo nada. Un respaldo por detrás que en Estados Unidos sí que voy a conseguir con los estudios. Compito, pero sé que tengo un plan B con el que poder seguir trabajando.

"No me veo quedándome en Estados Unidos, pero quién sabe; sé de gente que decía lo mismo y luego se ha quedado"

Nadine Arbaizar - Tenista vitoriana

¿Se ve en un futuro en Estados Unidos o sabe que es un viaje de ida y vuelta hasta que termine dentro de unos años sus estudios? 

–La verdad es que no me veo quedándome allí, pero quién sabe. Conozco a mucha gente que decía lo mismo y luego se ha quedado, pero yo digo que voy para estar cuatro años y después me vuelvo a España.

Nadine Arbaizar posa con Ana Mintegi, campeona júnior en Wimbledon Cedida

¿Sueña con ser algún día jugadora profesional? 

–Sí, totalmente. Desde los 12 o 13 años que lo empecé a pensar, tengo claro que es lo único que quiero, pero sé que debo tener otro plan B porque es muy complicado. Por eso voy a Estados Unidos. Sé que voy a poder estudiar, pero también seguir compitiendo después de la universidad.

¿Ve que ese sueño que tenía hace cinco años cuando peloteaba en las pistas de la Peña Vitoriana y las de Mendizorroza está cada día que pasa un poco más cerca? 

–Sí, sí. Ya desde mi etapa en Barcelona y ahora en la academia de Valencia, mi nivel de tenis ha mejorado bastante. Ese era el objetivo y ha dado resultado. La verdad es que el sueño es posible. Es complicado, pero lo intento cada día y no dejaré de hacerlo.

¿Qué parte de culpa tiene en su deseo de ser una deportista de élite el haber vivido en una familia de ilustres deportistas como su padre César y su tía Anahi, esquiadores acuáticos de élite o su abuelo Emilio, jugador del Alavés? 

–Mucha. He mamado el deporte en casa. Desde los dos años ya esquiábamos. Toda la vida hemos hecho mil deportes mis hermanos y yo y por eso empecé a jugar a tenis. El hecho de haber practicado varios deportes como baloncesto, esquí... no solo el tenis, me ha servido para que el deporte sea una parte importante de mi vida. Además, también claro está, es algo que me han inculcado desde casa.

Nadine Arbaizar, durante un partido de tenis Cedida

¿Marca el carácter y ser competitiva el hecho de que en casa también lo hayan sido? 

–Yo sí que lo soy, aunque no lo muestro tanto como mi padre o mi hermano. Los dos sí que son bastante competitivos. De todos modos, esto es algo que no creo que me haya influido mucho. Lo soy, pero desde fuera a mí creo que no se me puede ver así.

"Mi padre está orgulloso ya que conseguir una beca allí no es fácil, pero a la vez sé que también está preocupado"

Nadine Arbaizar - Tenista vitoriana

Hablando de su padre, ¿cómo cree que se encuentra en estos momentos ante la aventura que va a afrontar su niña en Estados Unidos? 

–Está orgulloso ya que conseguir una beca en Estados Unidos no es fácil y sé que él tiene ese orgullo de que su hija ha conseguido una beca 100% por el tenis. Obviamente está orgulloso, pero a la vez también lo vive con un poco de preocupación. Por los entrenamientos, por si no puedo jugar a un buen nivel, por si... No sé. Un poco de las dos cosas, pero sobre todo bastante orgulloso.

¿Le quiere mandar un mensaje desde aquí para tranquilizarle y asegurarle que va a ir todo bien? 

–Ya le digo que, si no va bien, hay oportunidades de cambiar de universidad a un mejor equipo y él lo sabe.