El curling sueña con hacerse un hueco en la sociedad alavesa. Con el objetivo de fomentar el conocimiento acerca de este deporte y, también, ofrecer la infraestructura necesaria a quienes lo practican, nació hace una década Harrikada, un club nutrido por su trabajo de cantera. Iraitz Goldarazena, actual presidente en funciones del conjunto vitoriano, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA los motivos por los que se apostó por formar un tercer equipo en Vitoria y reflexiona sobre un deporte que, pese a ser desconocido en la sociedad española, quiere atraer a nuevos adeptos. 

“Harrikada surge en septiembre del 2013, en un momento en el que no había una apuesta en Vitoria para desarrollar el curling social. No queríamos renunciar a la parte competitiva, pero entendíamos que esto era producto de trabajar una base y producir jugadores”, explica el actual presidente, quien también es un integrante del equipo masculino.

Harrikada tiene afianzada su filosofía. Desde el club cuentan que fomentar un buen trabajo de cantera es el primer paso para poder ser un equipo competitivo, aunque reconocen que la captación de nuevos jugadores se ha complicado en los últimos años. “El trabajo de captación nos funcionaba cuando estábamos en el programa municipal de deportes. Hace años el Ayuntamiento decidió quitar el curso de curling y desde entonces tenemos más problemas”, asegura Goldarazena.

UN DEPORTE DESCONOCIDO

Son varios los motivos que complican la llegada de jugadores y jugadoras que puedan nutrir la cantera del Harrikada. “Hay dos barreras. El propio mundo del hielo es difícil para que la gente dé el salto y el segundo que, con los horarios que tenemos, pueda encajar a la gente interesada. Desde que no tenemos ese curso nos cuesta mucho más captar, es muy complicado por los recursos que tiene el club. En Harrikada todo el mundo tiene cabida, estamos abiertos a toda persona que quiera conocer este deporte”, argumenta el presidente del club.

Por ello, la viabilidad económica del club pasa por obtener ingresos provenientes de las instituciones y de patrocinios privados. “El presupuesto para un año es de 65.000 euros. No nos quejamos de ayudas, Harrikada gracias a los resultados deportivos que tiene se nutre de subvenciones. Nuestras fuentes de financiación son las cuotas y los patrocinadores, tenemos la camiseta llena de patrocinios”, añade Goldarazena.

“Nuestras fuentes de financiación son las subvenciones, cuotas y patrocinios”

Iraitz Goldarazena - Presidente del Harrikada Bertako

Al ser preguntado sobre la complejidad del curling, Iraitz recalca la igualdad que existe en la Primera División: “Son 10 equipos y bajan dos. La categoría está muy igualada y a falta de dos jornadas no sabes si entras a play off o vas a bajar. Mantener el equipo en primera es fundamental, nos entran más patrocinios y estamos abiertos a subvenciones”. 

Otra de las peculiaridades del curling es la superficie en la que se practica. Este deporte exige un hielo específico, que debe ser cuidado minuciosamente para que no interfiera en la precisión al lanzar las piedras. “El problema del curling es el hielo específico. Entrenar en el hielo del Bakh es como jugar al fútbol en un campo de patatas. Cuando vas a un hielo repleto de irregularidades y de marcas de patines, lo que tú ejecutas técnicamente te lo acaba neutralizando el propio hielo”, aclara Goldarazena. 

Harrikada está obligado a sumar kilómetros para poder entrenar en unas condiciones óptimas: “Hay cosas que en el Bakh no podemos trabajar y por eso Harrikada entrena en una pista en Jaca y otra en Bélgica. Parte de los entrenamientos los llevamos a estos dos destinos. Cuando vamos a Bélgica es un fin de semana largo, en Jaca hemos llegado a hacer entrenamientos y volver en el mismo día”. 

En el curling la cohesión del equipo y la concentración de los jugadores son dos aspectos diferenciales. “Hay muchos factores para entrenar. En los países sin tradición de curling se suele decir que este deporte es como una petanca sobre hielo, pero yo lo consideraría más como una especie de ajedrez por toda la estrategia que hay detrás. Tienes que construir para al final llegar a la diana, no al principio. Pesa más la cohesión del equipo y eso se entrena específicamente”, declara Goldarazena.

PRODUCTO DE CANTERA

Los éxitos del Harrikada, como su reciente permanencia en la máxima categoría, están unidos a la consagración de jóvenes como Javier Carasa y Eneko Sáez de Ocariz. Los dos gasteiztarras, de 17 y 18 años respectivamente, compaginan su pasión por el curling con sus estudios académicos. Además, los alaveses han sido dos jugadores asiduos en las convocatorias de las categorías inferiores de la selección española.

“Mi padre me dijo de probar el curling, la pasión por este deporte me viene de familia”

Javier Carasa - Jugador del Harrikada Bertako

“Empecé por mi padre. Me dijo de practicarlo un día y me gustó. Hice el curso del Ayuntamiento y la pasión por el curling me viene prácticamente de familia”, recuerda Carasa, quien introdujo a Sáez de Ocariz a este deporte. “Mi madre me dijo que había un compañero en el instituto que hacía curling y que le preguntara a ver cómo iba. Gracias al curso del Ayuntamiento me apunté, me gustó desde el primer día y aquí sigo. Profesionalmente es difícil llegar a vivir de esto, en España hay casos contados de los que viven de esto. Está muy bien practicarlo como deporte de ocio, pero hay que sacar otros estudios”, matiza Eneko.

“Lo más difícil es tomar bien las estrategias, se pueden cometer fallos”

Eneko Sáez de Ocariz - Jugador del Harrikada Bertako

Para ambos, lo más complicado del curling es mantener la cabeza fría durante el transcurso de un partido. “Lo más difícil es tomar bien las estrategias, puedes cometer muchos fallos que te pueden salir caros”, relata Sáez de Ocariz, a lo que Carasa añade que “lo más complejo es estar centrado en el partido durante las dos horas y no perder la cabeza” ya que “en un partido apretado se requiere gran trabajo psicológico que es complicado de manejar”.