El frontón Ezkurdi de Durango colgará este lunes el cartel de no hay entradas para la final del Women Winter Series de cesta punta femenina. Maite Ortiz de Mendibil, campeona de Europa y del mundo sub’23 (Íscar, 2021), campeona del mundo absoluta (Biarritz, 2022) y del Grabni (2022), es la más experimentada del cuarteto. Ella y la berriatuarra Maialen Aldazabal se cruzan con las markinarras Erika Mugartegi y Arai Lejardi.

¿Por dónde pueden ir los tiros del encuentro?

—Vista la semifinal que disputaron Erika-Arai contra Helena Barrenetxea y Eneritz Lizardi (15-8 y 15-4), creo que será una final muy dura. Nos va a tocar pelearlo. El partido pasa por empezar muy seguras desde el inicio. Estamos preparadas para pelear por el título.

¿Dónde puede radicar la clave para alzarse con la txapela del Ezkurdi?

—Tanto Erika como Arai son dos puntistas muy seguras en sus demarcaciones. Mugartegi no falla nada en los cuadros alegres. Tendremos que establecer un plan.

“Comencé a ensayar a los nueve años por mi hermano. Él empezó a jugar y quise probar yo también”

¿Cómo se encuentra con Maialen Aldazabal como zaguera?

—La verdad es que me siento muy a gusto con ella. Es una pelotari que me aporta mucha tranquilidad. Me siento cómoda, porque si yo no puedo, ella siempre está por detrás guardándome la espalda. Estamos muy a gusto juntas.

A Maialen y a usted les tocó estrenar el Women Winter Series ante Ihart Arakistain y la joven Frida Watkins. Se llevaron el gato al agua ante una bonita entrada, 500 espectadores, por un apretado 15-12 y 15-13. ¿Cómo lo vivió usted desde dentro?

—Hasta ahora no hemos tenido tantas oportunidades de jugar compromisos de tanta entidad. Para nosotras supuso un encuentro muy bonito. Como no hemos tenido citas con tanto público, estuvimos algo nerviosas, sobre todo al principio. Creo que en la final estaremos algo más tranquilas porque ya hemos vivido una experiencia similar.

“El Women Winter Series es para nosotras, pero también para las chicas que quieran comenzar ahora”

De hecho, hubo varios errores al inicio de su enfrentamiento, pero consiguieron darle la vuelta. Usted marcó la diferencia.

—Sí que es cierto que los nervios y la tensión fueron los culpables de que hubiera fallos al comienzo de la semifinal. Después logramos entrar mejor al partido y al juego. Teníamos claro que o nos tranquilizábamos o se nos iba la semifinal. Fuimos capaces de darle la vuelta al final, pero somos conscientes de que no llegamos a dar el nivel que sabemos que tenemos.

De todos modos, se le notó la veteranía en partidos comprometidos, como puede ser la final del Campeonato del Mundo de Biarritz o la del Grabni.

—La experiencia sí que se puede llegar a notar y da tranquilidad. Tampoco hemos tenido tantas oportunidades en partidos importantes. Sí que están las finales de los Mundiales, pero encuentros como los del Winter Series no hemos podido disputar tantos.

Si hace un par de años le cuentan que va a estar en un torneo de estas características, con televisión, el Ezkurdi lleno...

—No me lo hubiera creído. Mi sueño era jugar un campeonato así. Para mí era algo muy difícil.

La idea, supongo, es continuar dando pasos y seguir siendo punta de lanza en la cesta punta femenina, ¿no?

—Una vez que se ha dado el pistoletazo de salida, lo bonito sería seguir organizando campeonato similares para tener más opciones de jugar a este nivel.

Son referentes para las niñas que vienen de abajo.

—Es el primer campeonato y somos las primeras chicas que hemos comenzado a jugar a este nivel. Sí, lo somos.

Borja Guerrero

¿Cómo inició su carrera deportiva en la cesta punta?

—Comencé a ensayar a los nueve años por mi hermano. Él empezó a jugar y quise probar. Mis primeros pelotazos fueron en el club de Gasteiz. Después pasé por Hondarribia, Donostia y Zumaia. Ahora mismo juego en Mutriku. Estoy entrenando a tope.

Le ha tocado hacer muchos kilómetros a su familia para satisfacer sus necesidades competitivas.

—La verdad es que sí. Fíjese, hacemos dos entrenamientos a la semana en Mutriku. Después, el fin de semana solemos tener partidos y a eso hay que sumar lo que entreno yo por mi cuenta en el frontón de Gasteiz. Hay que meter bastantes horas.

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Le roba tiempo al día.

—Te quita tiempo porque para estar al nivel tienes que dedicarle muchas horas de ensayos. Tampoco es algo que me importe demasiado, porque la cesta es algo muy importante en mi vida. Estoy muy a gusto jugando.

La cesta femenina tiene mucho futuro.

—Sí. Acabamos de empezar y todavía nos queda mucho camino por recorrer. El Women Winter Series es para nosotras, pero también para las chicas que quieran comenzar ahora. Puede servir para que vean que hay mujeres jugando y se animen a seguir adelante.