Diego Beaskoetxea e Imanol López llegaron este lunes a tiempo a su cita con la victoria en el Campeonato Eusko Label Winter Series de cesta punta profesional. Tumbaron con contundencia a Urko Lekerika y David Minvielle, que quedan con muy pocas opciones de alcanzar las semifinales del torneo. 

El gernikarra y el zumaiarra fueron los únicos en llegar a la hora a un festival precioso en el Gernika Jai Alai que vivió un retraso de cerca de media hora en su inicio por los rigores catódicos: presentaciones en cancha y repeticiones varias. El frontón como plató. No se tuvo demasiado en cuenta por parte del respetable en un ambiente festivo –lleno hasta la bandera, con 1.800 espectadores–, pero cabe destacar que se mantuvo a los pelotaris parados casi un cuarto de hora después de haber pasado un buen rato calentando. Eso debe cuidarse.

Con todo, el frenazo no pasó factura al zaguero guipuzcoano, que dio una lección en los primeros compases. Condujo una exhibición en base a su poder, la facilidad que tiene para encontrarse con la pelota y la calidad que atesora. Es un fuera de serie. Después fue Diego el que levantó al público con una ambición carnívora que pasó por encima de sus adversarios. Lekerika, sustituto del lesionado Jon Tambourindeguy, y Minvielle pagaron los platos rotos de la primera derrota ante Iñaki Osa Goikoetxea y Nicolas Etcheto. Beaskoetxea y López enseñaron los dientes. Bisturí y machete. Se pusieron las botas. El puntillero foral zanjó el tajo con unos números de escándalo: 17 tantos hechos y un saque. Apenas cometió cuatro errores en toda la cita. López deleitó con cortadones imposibles y cuatro dos paredes lejanos carne de YouTube. 

Poder colorado

Sin fisuras, con poder, con colmillo, a Lekerika-Minvielle solamente les quedó apretar los dientes y tensar la mandíbula para intentar frenar la sangría. Solamente cuajó en el primer joko, en el que llegaron a pedir en dos ocasiones el Ojo de Halcón, con resultado dispar. En el primero, los jueces dieron la razón a los azules en un bote de López; en el segundo, que dio la sensación en la repetición, no hubo penitencia para los colorados. 

Un 8-0 levantó el telón de la contienda. Demasiada brecha para los azules, en el ojo del huracán. Urko puso un poco de pimienta y llegaron a acercarse 11-8. Ese fue el mejor tramo de los perdedores; después, se ahogaron en la orilla. Un dos paredes, un saque de Diego, un txitxak de Beaskoetxea y un fallo de David pusieron el 15-8.

El segundo joko fue un monólogo. El delantero de Gernika certificó diez de los quince tantos. Exhibición. Los colorados estuvieron 13-1 y no hubo apenas reacción de Urko y Minvielle. Acabaron 15-5 tras un poco de maquillaje. Diego e Imanol están de nuevo en la pelea por entrar en las semifinales. Cuatro puntos de oro.