En el mundo del deporte profesional se tiende a decir que se aprende más de las derrotas que de las victorias y que lo que no te mata te hace más fuerte. A esa expresión se quiere agarrar el Silken Hoteles Araski después de que el año pasado, en aquella fase de ascenso final disputada en Sevilla, una decisión arbitral errónea les arrebatara un ascenso más que merecido para el que contrajeron méritos durante muchos meses.

Maider Castellano, Cristina Molinuevo, Arrate Agirre, Andrea Rodríguez, Leyre Sevilla, Maite Díaz, Lierni Aguado, Yoar Zamora, María Martínez de Alegría, Marina Ortiz de Zárate y Ane Irati Serrano integran un equipo joven, ambicioso, entusiasta y de calidad bajo la batuta de Álex Suso.

El ansia de redención sigue latente tras aquel mal trago en tierras hispalenses que pondrá a prueba la fortaleza mental del grupo. La estampa de aquella cruel derrota permanece fresca en la memoria de todos los integrantes del club, pero ya es algo que ha quedado atrás. “No creo que sea un recuerdo negativo. Al final, nosotras íbamos ahí a competir y no íbamos a dar ningún encuentro por perdido y es lo que hicimos. Ahora, y con la mente fría, el recuerdo de la fase de ascenso es muy bueno. Lógicamente tenemos esa pequeña mancha de la jornada que determinó el ascenso, pero considero que fue un partido bonito y competido con una prórroga incluida”, señala Álex Suso.

Yoar Zamora, una de las jugadores con un rol importante, también ha hecho borrón y cuenta nueva. “Cuando lo mencionan, claro que duele. Está ya olvidado lógicamente, pero cada vez que lo hablamos tenemos esa espina clavada de lo que ocurrió. Sin embargo, siempre miramos para el futuro y tenemos que aprender del pasado”. Otra compañera como Ane Irati se expresa en términos similares. “La palabra que define ese momento es rabia porque nos merecíamos ganar y da rabia esa sensación de volver a ver el partido y ver que la decisión arbitral no era la adecuada. Al final, ya no podemos hacer nada y solo nos queda mirar al futuro”.

El Silken Hoteles Araski ya está inmerso en una nueva andadura y espera ir creciendo poco a poco como conjunto. “La temporada ha comenzado con muchos altibajos, con varias jugadoras que se han lesionado. Aunque no sean percances de gravedad, sí es cierto que en muchos encuentros no hemos tenido esa regularidad necesaria. Quizá no hemos competido tanto como nos gustaría, pero hay que ir poco a poco”, admite Suso. A pesar de eso, el técnico del filial verde recalca que “hemos comenzado bien con victorias en Copa y con empate en victorias y derrotas en Liga y con dos desplazamientos complicados”.

Más dificultades que antes

Por su parte, Yoar Zamora y Ane Irati Serrano coinciden con su entrenador en que el comienzo ha sido difícil. “Estamos las mismas jugadoras que el año pasado, algo que unido a lesiones de María y Arrate o que Marina y Maider están subiendo con el primer equipo con Madelén, hace que todo sea más complicado. Estamos en construcción, aunque seamos las mismas”, afirma la base. Irati, por su parte, puntualiza que “esta temporada no la hemos empezado como quisiéramos; al final hemos tenido lesiones que nos han afectado, pero de igual manera que hemos empezado de forma irregular podemos acabar tan bien como el año pasado”.

Eso sí, también hay noticias positivas alrededor del equipo como la ayuda de algunas prometedoras jugadoras en categoría júnior que, tal y como precisa Yoar, “vienen pisando fuerte desde atrás, suben el nivel en los entrenamientos y nos hacen mejores”. Entre ellas figuran June Carmona y Aitana Nanclares. Del conjunto senior, Suso suele reclutar a Araceli Cornero.

Tal y como coinciden los tres protagonistas, los objetivos del Silken Hoteles Araski están claros esta campaña dentro de la Primera Nacional de Euskadi-Navarra-La Rioja. “Recuperar a todo el equipo y coger ritmo de competición. Una vez estemos al completo debemos intentar competir para estar en la parte alta de la clasificación. No me atrevo a comentar que volvamos a ganar la Liga, pero sí estar entre los tres o cuatro equipos de arriba”, afirma Álex Suso.

La dificultad este año es mayor ya que la estructura de la competición ha vuelto a variar. “Ahora la competición es un grupo único con una temporada regular más larga, donde seguramente los equipos pierdan más partidos que el año pasado”, enfatiza el técnico. Respecto a este nuevo modelo de torneo, Yoar opina que “ahora jugamos todos contra todos y hay más presión, pero somos unas guerreras y lucharemos por todo”. Para Ane Irati, “este modelo es más positivo y jugamos contra todos y eso nos puede enriquecer”.

Con la ambición intacta

Eso sí, la ambición no ha menguado lo más mínimo dentro de la plantilla alavesa y todas quieren volver a luchar por lo máximo en el presente curso. “El objetivo es el mismo que el año pasado: intentar lograr el ascenso”, sostiene tajante Ane Irati. Yoar también traslada al exterior que el “objetivo primordial es quedar entre los cinco primeros e ir a la Final Four; el techo nos lo ponemos nosotras mismas y luego tenemos que soñar, que es gratis”.

Alex Suso vive su segundo año como entrenador del filial del Araski y esta experiencia es algo que le enorgullece. “Después de pasar una temporada tan bonita, creo que aprendí muchísimo. Ahora, parece que este año hemos empezado de una manera más complicada y me está tocando aprender por la parte no tan bonita del deporte. Eso también te ayuda a crecer de otra manera y a sacar conclusiones de esas experiencias más duras para mejorar”.

El Silken Hoteles Araski, al igual que el primer equipo, mira al futuro con optimismo y también con los pies en el suelo. “Nuestro objetivo no es ascender, sino intentar ganar y estar lo más arriba posible. El ascenso es una consecuencia de hacer bien las cosas y lo que quiero siempre es mejorar la temporada anterior”, destaca Suso.

Para ello, una de las claves volverá a radicar en la unión del equipo.“La química que tenemos en el vestuario es increíble. Además, tenemos la suerte de que hemos logrado mantener el equipo al completo, quitando una jugadora que se marchó por motivos laborales. Al final, somos como una familia que continúa unida”, concluye el entrenador del Silken Hoteles Araski, llamado a seguir nutriendo de jugadoras al primer equipo como sucede este curso con Maider Castellano y Marina Ortiz de Zárate.