Tanto sacrificio durante los últimos tiempos en el polideportivo de Ariznabarra no podía caer en saco roto y ha merecido finalmente la pena. La todavía corta carrera deportiva de Unai Baigorri, el mejor gimnasta vitoriano del momento, acaba de dar un salto cualitativo pese a que tan solo le adornan 17 primaveras.

No en vano, tras haber sido incluido en la convocatoria del seleccionador español, Benjamín Bango, disputará su primer Campeonato de Europa de gimnasia artística en categoría júnior en Múnich (Alemania) que arranca el próximo 15 de agosto, si bien él no empezará a competir hasta el día 19. Una recompensa ganada a pulso teniendo en cuenta su meteórica ascensión en el ranking durante el último año.

Actualmente es el tercero a nivel nacional de su edad tras el andaluz Daniel Carrión y el catalán Álvaro Giráldez, algo que ha posibilitado esta citación y también supone la antesala de su meditado ingreso en septiembre en la residencia Joaquín Blume del Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Hasta ahora, tan solo dos vitorianos –pertenecientes al Club Arabatxo, como Unai– habían tenido el privilegio de disputar un Europeo: Ortzi Acosta y Arkaitz García.

Además, Baigorri no quiere convertirse en una simple comparsa ni acudir de turismo a tierras alemanas. Y es que tanto él como su entrenador, Xabier Larrimbe, albergan serias esperanzas de poder acceder a dos de las finales, en concreto las de suelo y salto de potro. Con independencia de que lo consiga o no, su simple convocatoria ya supone un éxito y la constatación de que su carrera marcha viento en popa pese a haber convertido hasta ahora el centro cívico de Ariznabarra en su modesto centro de operaciones.

“Estoy muy contento por cómo me están yendo las cosas, casi en una nube. Todos los días no se compite en un Europeo, el trabajo ya está hecho. Teniendo en cuenta que no puedo entrenar como en otros sitios, es imposible pedir más”, recalca Unai, un estudiante de Segundo de Bachillerato que descubrió su pasión por la gimnasia con tan solo seis años y que en el futuro también aspira a ser entrenador de este deporte.

El vitoriano, que trabajará toda la semana en Madrid antes de coger este domingo un vuelo a Múnich, arde en deseos de que comience ya el Europeo. Es un torneo por equipos que, al mismo tiempo, concede la posibilidad de acceder a las finales de los seis aparatos a título individual. Tan solo ocho privilegiados tendrán ese honor y la competencia, como siempre, será feroz.

Los seleccionadores deben escoger a cuatro de los cinco competidores convocados, aunque luego tan solo computan las tres mejores notas de cada aparato. “Mi objetivo es ayudar al equipo con mis actuaciones y si eso me permite llegar a una final, pues mucho mejor”, confiesa Baigorri.

Desde septiembre en Madrid

Tras haber acudido antes a ocho Campeonatos de España y otros eventos internacionales, a Unai le ha llegado la hora de dar un paso más. La gimnasia ya ha dejado de ser un simple hobby para él y se ha convertido prácticamente en el motor de su vida. Su técnico le define como “un gimnasta inteligente que piensa todo mucho y es muy técnico”.

“Lo mejor de él a nivel gimnástico son las acrobacias y piruetas”, precisa Xabier, quien ensalza de esta firme promesa su destreza y potencia de brazos y piernas para hacer sobre el tapiz un doble mortal con dos giros y medio, un ejercicio que revolucionó la gimnasia en 2019 tras ser puesto en práctica por Simone Biles, la reina de este modalidad.

Día tras día, Unai derrama ingentes gotas de sudor en un centro cívico de su ciudad, alejado del glamur y donde se ha impuesto una disciplina casi espartana con tal de satisfacer sus objetivos. Tan solo descansa un día a la semana porque un gimnasta de alto nivel no puede bajar la guardia en ningún instante. Para triunfar en un deporte así, no cabe otra receta que el trabajo y más trabajo. Y todo ello sin obviar la saludable dieta que debe seguir a nivel alimenticio.

“Yo hago gimnasia porque me gusta. Si no me gustara, sería imposible esto”, asegura Unai, que conserva fresco en la memoria el momento en que se vio atraído por esta disciplina. “Fui a un cumpleaños de un amigo y había un hinchable donde me puse a hacer un mortal. Me gustó la sensación y le dije a mis padres que quería probar más en serio”, rememora el vitoriano, quien antes de entrar en el Arabatxo efectuó un curso de iniciación a las acrobacias en el Estadio.

Una vez finalice su participación en el Campeonato de Europa, la carrera deportiva de Baigorri entrará en otra dimensión. Y es que, gracias a una beca del Consejo Superior de Deportes, el alavés pondrá rumbo al CAR de Madrid, donde dispondrá de medios más sofisticados y modernos para crecer como gimnasta de élite. En la capital verá costeados, por descontado, todos los costosos gastos derivados de la manutención, la comida, el entrenamiento y los estudios, que no deben quedar jamás en un segundo plano en un joven de su edad.

“Voy a empezar en breve Segundo de Bachillerato y en Vitoria no podía seguir compaginando la gimnasia con los estudios. Allí me podré distribuir mucho mejor. Lo peor será alejarme de mi familia, aunque mis padres me apoyan en todo lo que decida”, concluye Baigorri, que también será seguido in situ en el futuro por los técnicos del Club Arabatxo para ver supervisada su evolución.