Nerea Hermosa se encuentra terminando sus estudios de Diseño Industrial en Estados Unidos, algo que compatibiliza con su fervor por el baloncesto. La gigante vitoriana de 1,96 metros, que ha estado días atrás en Vitoria, se muestra exultante por su primera convocatoria con la selección absoluta y solo piensa en seguir formándose y creciendo para llegar lo más lejos posible en el baloncesto. Eso sí, y a pesar de haber viajado mucho, la gasteiztarra de Georgia Tech reconoce que echa de menos su hogar y que espera volver algún día.

¿Cómo resultaron sus inicios en el baloncesto?

-Yo estudié en el Colegio Nazareth y como era un colegio pequeño nunca se dio la ocasión de poder tener un club para poder competir en Álava. Por eso mismo, hicimos un equipo como hobby para pasar el tiempo y fue entonces cuando la selección de Álava se fijó en mí y empecé a entrenar con ellos. Poco después, el hermano de Íñiguez, Carlos, me contactó cuando tenía 12 años y hablaron con mis padres para que fuera a San Viator. Ahí comencé a entrenar de forma seria y fue en esa etapa cuando varias compañeras y yo fuimos a la selección y acudimos a diferentes Campeonatos de España. Después de San Viator, estuve en Barcelona cuatro años y luego me fui a Estados Unidos para terminar bachiller y ahora ya estoy en tercero de carrera.

¿Por qué se trasladó a Georgia?

-Por las facilidades de compaginar los estudios con el baloncesto. En España, muchas jugadoras tienen que alargar sus carreras porque es muy difícil de hacer ambas cosas a la vez. Además, está siendo una experiencia muy bonita y si aciertas puedes aprender muchísimo para crecer como jugadora, que es lo importante. Las opciones que me ofrecían me gustaban mucho y junto a la posibilidad de estudiar y entrenar a la vez, no lo dudé en ningún momento. Al final, ahí te dan la opción de formarte y estudiar a la vez.

¿Qué diferencias ha notado entre el baloncesto europeo con el de Estados Unidos?

-Se nota bastante el cambio de ritmo y el contacto físico. Ahí son más intensos y rápidos. Eso sí, mi entrenadora tiene una filosofía bastante europea de jugar en equipo y de defender. Aunque también es cierto que en Estados Unidos hay entrenadores que solo se centran en ataque o en unos contra unos. En ese sentido, yo he tenido suerte.

¿Se ve en el futuro jugando en USA?

-Yo voy día a día, siempre he sido así y tampoco me cierro ninguna puerta. De momento, tengo que estar otro año más aquí por mis estudios y luego en función de cómo transcurra esta temporada no descarto nada, pero sí que es cierto que me ronda la cabeza la posibilidad de estar un año más y volver a Europa

¿Se ha planteado la opción de vivir del baloncesto?

-Podría ser, pero el baloncesto no está para siempre y por eso estoy estudiando, pero ahora estoy centrada en el baloncesto para mejorar, crecer e intentar llegar lo más lejos que pueda. Mi objetivo es ese ahora mismo.

¿Cómo ha reaccionado ante la llamada de la selección española?

-Cuando me llamaron, yo estaba en mi campus y fue mucha emoción de golpe, salí de clase y salté de alegría. Luego llamé a mis padres y, aunque ahora esté muy contenta, esto no para. Esto no significa que no tenga que seguir esforzándome. Es más, esto tiene que ser un empujón para seguir trabajando y así lograr mis objetivos.

¿Cómo se describe como jugadora?

-Me gusta mucho jugar en equipo, buscar las mejores opciones y leer bien el juego para ganar la posición e ir hacia la canasta con fuerza. También diría que tengo buen tiro fuera de la zona.

¿Qué elementos debe mejorar?

-El tiro de tres que es algo que las pívots están empezando a hacer. Por otro lado, tengo que seguir siendo dura y fuerte dentro de la zona. A pesar de que el cinco puro se esté abriendo un poco más por el estilo de juego que se lleva ahora, hay que seguir haciendo mucho esfuerzo físico. Además, a mí siempre me ha gustado postear.

La cantera de San Viator ha dado mucho al baloncesto

-Sí, ellos me empujaron a jugar al baloncesto y me motivaron por este deporte. Me considero de su cantera y represento a San Viator. Es más, aún tengo contacto con mis compañeras y entrenadores de aquel entonces. Aún así, yo sigo teniendo los pies en el suelo y hay que tener mucha paciencia todavía.

¿Ha considerado la opción de jugar en EEUU el día de mañana?

-Dependiendo de cómo vaya la temporada, pero sí que me gustaría jugar en la WMBA. Eso sí, las jugadoras tienen que cobrar un mínimo y físicamente es muy duro de jugar en ambos sitios a la vez, es decir en Europa y ahí, por lo que tengo que ir paso a paso. Cuando termine la universidad, estaré abierta a cualquier opción que me permita seguir creciendo como jugadora. Además, llevo tiempo fuera y también me gustaría volver.

Seguro que ya ha recibido alguna que otra llamada de equipos de la Liga Femenina y de Vitoria...

-Los equipos saben que me sigue quedando un año y la temporada que viene me llamarán más. Aunque creo que para llegar a ese nivel, me queda un año y aún tengo que trabajar duro. En referencia a lo que comentas, sí, el Araski siempre estará dentro de mis opciones.

¿Cómo se describe como persona?

-Divertida, natural, trabajadora y humilde. Me gusta estar cerca de gente que me valora y me pongo mucho en el lugar de la otra persona.