El mundo del baloncesto dirige estos días la mirada hacia Belgrado. Entre hoy jueves y el sábado, un día muy poco habitual para acoger toda una final de la Euroliga, el Stark Arena de la capital serbia coronará al rey de la máxima competición continental correspondiente a la temporada 2021-22.
Cuatro reyes suspiran por un trono muy codiciado estando todos los pronósticos muy abiertos. La primera semifinal, prevista a las 18.00 horas, medirá al Anadolu Efes, el vigente campeón, y al pétreo Olympiacos, mientras que un nuevo clásico del baloncesto español entre el Barcelona y el Real Madrid copará la segunda, cuyo arranque tendrá lugar a las 21.00 horas.
Berlín fue el lugar escogido en primera instancia para albergar el evento más glamuroso del Viejo Continente, pero la Euroliga acordó en su día posponer su celebración como consecuencia de la situación de la pandemia y de las medidas sanitarias vigentes en la capital alemana. Belgrado, una ciudad donde se respira el deporte de la canasta por los cuatro costados y que aspira a tener dos equipos en la próxima Euroliga (Estrella Roja y Partizan), será en los próximos días el centro neurálgico del baloncesto europeo, que se prepara para vivir una de las ediciones más inciertas de la Final Four.
Básicamente porque no emerge ningún favorito claro y las dos semifinales están aparentemente presididas por una gran igualdad. Los cuatro aspirantes disponen de numerosas armas y han demostrado su coraza de hierro pero, al mismo tiempo, una fragilidad evidente en distintos tramos de la Euroliga. De ahí que las espadas estén en todo lo alto y cualquier resultado no pueda considerarse una sorpresa.
En la primera semifinal, se miden entre sí el vigente campeón y un hueso duro de roer como el Olympiacos. El Efes ha crecido con el transcurrir del actual ejercicio y en el Top 8 se deshizo con autoridad de un debilitado Armani Milan. A favor del díscolo Ataman es que dispone de los exteriores más mortíferos de la competición como Shane Larkin y Vasilije Micic, capaces de resolver cualquier partido a golpe de talento.
El cuadro turco puede partir ligeramente como favorito gracias a su monstruosa pegada desde el perímetro, pero al Olympiacos -a quien le costó horrores desembarazarse del sorprendente Monaco en cuartos de final- siempre le sienta como anillo al dedo el papel de víctima propiciatoria y cuenta con veteranos del Vietnam como Kostas Sloukas inmersos en una segunda juventud.
Si la primera semifinal está teñida de morbo, ni qué decir tiene lo que vendrá a continuación. Dada la histórica rivalidad entre los dos gigantes, los alicientes de un Barça-Real Madrid siempre son máximos. Pues bien, cuando se encuentra en juego nada menos que un pase a la final de la Euroliga, pueden saltar más chispas si cabe.
Jasikevicius le tiene tomada completamente la medida a Pablo Laso. Las estadísticas lo dejan bien claro y no dan pie a otra lectura. Desde la llegada al banquillo del Barça del técnico lituano en el verano de 2020, el equipo blaugrana se ha impuesto a los madridistas en 11 de los 14 enfrentamientos entre todas las competiciones. El plan para sacar a Tavares de su zona de influencia siempre da sus frutos. La recuperación de Higgins aumenta más si cabe los recursos de la tropa culé, pero el Real Madrid viene de firmar una eliminatoria excelente ante el Maccabi dejando atrás la polémica extradeportiva derivada de la salida nocturna de Heurtel y Thompkins en Atenas.
Precisamente el díscolo base francés, que no ha vuelto a ser alineado por Pablo Laso tras ser apartado del equipo, será uno de los muchos jugadores con pasado en Vitoria que tomarán parte en esta Final Four. El Olympiacos es el único clasificado para la cita de Belgrado que no cuenta con ningún exazulgrana entre sus filas. El Efes dispone de tres (Larkin, Beaubois y Pleiss, más Petrusev que formó parte durante algún tiempo de la cantera), el Real Madrid alineará a Causeur, Hanga y Poirier, mientras que el Barcelona tiene en Laprovittola a uno de sus mejores estandartes desde el arranque del curso. Más de un aficionado merengue se arrepiente a estas alturas del sorprendente cambio de cromos que se produjo el pasado verano entre el argentino y Heurtel. l
El Efes acoge a dos estrellas en el exterior, el Olympiacos acude como tapado, el Barça tiene la plantilla más larga y el Madrid siempre compite