Después de varios años intentando lograr el ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino nacional, el Alavés se proclamó el año pasado campeón de la Reto Iberdrola para así estrenarse esta temporada en la élite. La principal duda que inquietaba a los aficionados albiazules era ver si, después de cinco temporadas siendo el equipo dominador tanto en estadísticas como en el juego, las vitorianas serían capaces de plasmar ese bonito juego ante los mejores equipos de la categoría.

La respuesta se dio de forma rápida y las dudas se disiparon en un abrir y cerrar de ojos, ya que las Gloriosas comenzaron la temporada como un auténtico huracán y enseguida se ganaron, por méritos propios, la etiqueta de equipo revelación de la competición. Es más, el equipo no sufrió su primera derrota hasta la cuarta jornada en su visita al Atlético de Madrid por 3 a 2. Antes, las de Mikel Crespo ganaron al Betis y Villarreal en casa y al Rayo Vallecano lejos de Ibaia.

Esta temporada para el recuerdo también ha dejado una estadística histórica para las albiazules. Y es que una vez más el FC Barcelona ha ganado la liga sin perder ni un solo encuentro. Sin embargo, hasta que las catalanas se proclamaran campeonas tan solo fueron por detrás en el marcador ante un rival en una ocasión. Fue durante unos minutos y nada más y nada menos que ante el Alavés. Un hecho histórico si se tiene en cuenta el hecho de que el equipo de Jonatan Giráldez ha acabado la liga con 159 goles a favor y solo 11 en contra.

El transcurso de la temporada fue situando al Alavés cada vez más arriba de la clasificación. Y es que en la primera vuelta las albiazules tan solo perdieron en cinco ocasiones (Atlético de Madrid, Barcelona, Sevilla, Real Sociedad y Athletic Club). Es decir, rivales de gran categoría que aspiran a luchar por estar en lo alto de la tabla.

Por mucho que la lógica dijera que el objetivo de las Gloriosas no tenía que ser otro que la salvación, los albiazules ya soñaban con ver a su equipo en las primeras plazas de la clasificación al final de la competición. Un sueño que cobró bastante forma, no solo por los números, que ahí estaban, sino porque las sensaciones que transmitía el equipo eran impresionantes.

Eso sí, desde el propio club repitieron una y otra vez, como es lógico, que la permanencia era el único objetivo y después ya se valoraría. Además, la filosofía albiazul desde que inició el proyecto de las Gloriosas siempre ha sido la de ir día a día y partido a partido. Por mucho que suene a tópico, hasta el momento ha funcionado muy bien.

A esta gran temporada vitoriana, también hay que añadirle un pero. De hecho, durante la segunda parte de la temporada las albiazules pegaron un gran bajón porque en las 15 jornadas restantes, el equipo tan solo obtuvo dos victorias, ante el Madrid CFF y el Rayo Vallecano.

Sin embargo, el Alavés tenía un gran colchón desde la primera vuelta y nunca sufrió para mantener la categoría. Es más, y aunque tan solo se hayan obtenido 8 puntos de 45 posibles en este intervalo, las albiazules han quedado en la undécima posición y con una ventaja de siete puntos por encima del descenso.

Sin embargo y como aspecto positivo, resulta curioso que a pesar de no obtener más puntos en esa segunda vuelta, las Gloriosas nunca perdieron sus señas de identidad y prácticamente lucharon todos los encuentros hasta el final.

Por otro lado, y por buscar un aspecto negativo, quizá esa mala racha vino incentivada por un desgaste físico de una categoría muy exigente. Una pequeña novatada de la que habrá que aprender de cara a la temporada que se avecina, ya que las Gloriosas ya no serán ese equipo recién ascendido y humilde que no infunde temor. El Alavés se ha ganado con su propio esfuerzo el derecho a ser un rival respetado.

Eso sí, primero toca seguir disfrutando de una temporada recién terminada que sin duda alguna ha dejado un gran sabor de boca en toda la afición albiazul. No en vano, las Gloriosas continúan dando pasos para seguir creciendo. Toca seguir disfrutando para, poco a poco, seguir dando pasos hacia delante y asentar al equipo en la máxima categoría del fútbol femenino nacional.

El excelente arranque de temporada ha tenido como contrapunto un claro descenso de rendimiento durante la segunda vuelta

Las incógnitas existentes respecto a la competitividad de un conjunto novato en la élite se disiparon a las primeras de cambio