Tras la celebración de la segunda edición del Ironman Vitoria-Gasteiz y con la notable mejoría de la pandemia, los organizadores de la prueba han confirmado hoy “la vuelta” al centro de la ciudad. Ello implica que los atletas volverán a recorrer el próximo 10 de julio las calles de la ciudad medieval y, sobre todo, a sentir el calor del público vasco e internacional animándolos.
La organización centró en el 2021 todos sus esfuerzos en la celebración de la prueba, que se retrasó en varias ocasiones por culpa de los malos datos epidemiológicos. Con el fin de poder garantizar todas las medidas sanitarias oportunas, The IRONMAN Group trabajó para proponer circuitos alternativos que alejaban a los participantes del corazón de la ciudad alavesa. De esta manera, el final de la prueba tuvo lugar en los aledaños del Buesa Arena.
Pues bien, en el Ironman previsto este verano la carrera regresará al centro. Las inscripciones avanzan a buen ritmo y es factible que en breve se cuelgue el cartel de completo. “Además, se repartirán 45 slots entre los primeros y primeras clasificadas de las diferentes categorías, que darán la plaza para participar en el Campeonato del mundo en el Ironman de Hawái”, reconoce Eduardo Martínez, el director de la carrera.
Por otro lado, el director de “The IRONMAN Group” visitó la semana pasada las oficinas del Sur de Europa en Barcelona, donde diseñó la estrategia de la empresa para los próximos años, apostando por la Península Ibérica. En esa línea, el equipo directivo trabaja con una propuesta para 2023 que supondría un mayor impacto mediático y económico en Vitoria.
Además, la prueba estrenará este año nuevo logo, formado por diferentes tonalidades del color más característico de los paisajes de la provincia de Álava, el verde, y apoyando el lema de la identidad corporativa de Vitoria-Gasteiz “green capital”. Las cuatro torres que forman el logo son La Catedral de Santa María, la Iglesia de San Miguel Arcángel, la Iglesia de San Pedro Apóstol y la Iglesia de San Vicente Mártir. Todas ellas se encuentran situadas en el Casco Viejo de la capital alavesa, la única prueba Ironman que transcurre en una ciudad medieval.