Ambas son estadounidenses de origen chino. Ambas decidieron competir en las filas de China en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. Pero mientras una ha sido coronada por el público como la "reina de la nieve", la otra soporta burlas, críticas e incluso acusaciones de ser una "desgracia nacional".

Las similares y a la vez antagónicas historias de Eileen Gu, californiana de madre china y padre estadounidense, y Zhu Yi, nacida de padres chinos en ese mismo estado, han puesto de manifiesto esta semana la volubilidad y el doble rasero que a menudo aplican los internautas en las redes sociales, además del escrutinio al que se somete a los atletas nacionalizados.

Es el caso de Zhu Yi, patinadora de 19 años que ha sufrido las iras de los internautas tras varias caídas en plena competición y a la que el mundo vio patinar sin poder contener las lágrimas.

De nombre occidental Beverly Zhu, la joven ha estado en el punto de mira de los usuarios de las redes sociales chinas, donde no solo ha sido objeto de escarnio por sus malos resultados sobre el hielo.

Zhu ha recibido críticas porque no habla mandarín fluido y hay quienes han cuestionado los criterios con los que fue seleccionada para representar a China en estos Juegos en detrimento de otras deportistas nacidas en el país.

En Weibo -el Twitter chino- algunos usuarios calificaron su actuación como "una vergüenza" y la etiqueta "Zhu Yi se ha caído" se volvió viral superando los 200 millones de visualizaciones, aunque posteriormente la plataforma censuró el "hashtag" y suspendió casi un centenar de cuentas.

Varias conocidas voces como la del exeditor del diario Global Times Hu Xijin o expatinadores chinos salieron en su defensa y ella apareció devastada ante los medios lamentando haber causado semejante decepción, si bien el público que presenció sus pruebas la arropó con aplausos cuando abandonó la pista de hielo entre lágrimas.

Otros comentaristas acusan a Zhu de haber recibido un presunto trato de favor por la identidad de su padre, Zhu Songchun, un prestigioso especialista en inteligencia artificial que dejó la Universidad de California para unirse a la Universidad de Pekín.

La otra cara de la moneda es Eileen Gu, de 18 años y también conocida como Gu Ailing, que se ha convertido en una de las protagonistas de la cita olímpica y sus apariciones desatan fervor entre los internautas chinos ya sea cuando compite, ya sea cuando improvisa desfiles de moda con su atuendo olímpico o muestra a sus seguidores cómo da cuenta de unos opíparos dumplings.

El estreno de Gu en las pistas el lunes, pese a un pequeño revés, fue exitoso y despejó su camino a la final de esquí acrobático en la modalidad de "big air", donde hoy se proclamó campeona tras imponerse en el último salto a la francesa Tess Ledeux.

Pero el éxito deportivo tampoco ha librado a la "reina de la nieve" de alguna que otra polémica a cuenta de su nacionalidad, ya que algunos internautas han cuestionado si Gu está compitiendo con doble nacionalidad o ha renunciado a su pasaporte estadounidense.

China no reconoce otras nacionalidades a sus ciudadanos, por lo que para integrarse en el equipo del país asiático debería haber dicho adiós a su nacionalidad paterna, un interrogante que la deportista no ha aclarado. "Me siento china en China y americana en América", zanjó recientemente.

Gu también mostró absoluta candidez cuando compartió en sus redes sociales una publicación en la que minimizaba la censura de internet en China diciendo que era muy sencillo descargar una aplicación VPN -que permite sortear los bloqueos de redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter-, algo que en realidad es ilegal en el país asiático.