¿Le sorprendió que le eligieran para el cargo de seleccionador de Euskadi de ciclocrós?

-Sí. Estas cosas siempre te sorprenden. Estás ahí, estás peleando, haces campus y otras cosillas. Entonces te pones a pensar y dices que sí que puede ser, ya que en ciertos momentos he sido un referente, pero así de buenas a primeras no es algo que te esperas.

¿Cómo ve la situación del ciclocrós en Euskadi en estos momentos?

-Como siempre. El ciclocrós no ha sido fácil nunca. Sí que es verdad que por tradición el ciclocrós ha sido muy importante en Euskadi y desde que empecé sé que hay gente que quiere pelear por él. Hay que ser optimistas. Este año creo que no teníamos para nada un Campeonato de España que nos favorecía, veníamos además de un año parados prácticamente ya que el año anterior no hubo ninguna carrera de ciclocrós en Euskadi y al final no hemos conseguido lo que queríamos, pero tampoco hemos estado tan mal.

Además, en los últimos años la competencia ha ido en aumento.

-Así es. Esto es como todo. Cada vez se está expandiendo más el ciclocrós. Antes parece que solo estaba Euskadi, Galicia, Cantabria y Asturias. El norte. Y ahora el ciclocrós está por todos los lados. En ese sentido, cada vez va a estar más complicado conseguir cosas.

¿Cree que existen las condiciones necesarias en la Federación Vasca de ciclismo para que esta disciplina crezca?

-Sí. Este año hemos empezado un poco precipitados, ya que se nos presentó la temporada muy pronto, pero bueno creo que desde la Federación me están dando todo tipo de facilidades para poder apostar por esto. Y yo voy a apostar todo lo que pueda y más.

¿En qué sentido?

-Voy a pelear al máximo por esta disciplina y la Federación está de acuerdo con mis planteamientos. De hecho, hemos ido a Copa del Mundo con varios chavales y ese es un paso muy importante, pero creo que hay que seguir haciendo pasos pequeños poco a poco para algún día poder dar uno grande.

¿Qué nuevas ideas nuevas pretende introducir?

-De momento, estamos haciendo tecnificaciones, pero para mí lo importante es cambiar el concepto que se tiene del ciclocrós, de que es una disciplina que va de septiembre a febrero. A mí me parece que el ciclocrós es de septiembre a septiembre. Ahora hay que hacer ese trabajo de hablar con organizadores de carreras y Federaciones territoriales para seguir mejorando. Ya que se pueden hacer muchas cosas y tenemos todo el año para ir haciéndolas e ir mejorando.

¿Qué aspectos considera que deberían mejorarse?

-Para empezar voy a comentar un aspecto muy bueno que se ha conseguido, que es que ya se han metido las escuelas de ciclismo a ciclocrós, algo que antes no había. Eso nos ha permitido ver a muchos chavales ya compitiendo. Esto nos va a permitir que los chavales conozcan el ciclocrós y luego decidan, si quieren apostar por la carretera o por esta disciplina. Y luego otro paso muy importante, pero esto ya de cara a futuro si queremos tener a alguien disputando carreras importantes, sería la modificación de los circuitos.

¿Por qué?

-A ver, estamos en un momento en el que el calendario está a tope de carreras. Eso es muy bueno y lo que no vamos a hacer es en algunos sitios donde creemos que los circuitos no son buenos, no los vamos a quitar porque igual no pueden hacer otra cosa. Pero donde se puedan mejorar los circuitos y hacerlos exigentes, sí que vamos a intentar cambiarlo.

¿Cuál es el motivo para endurecer los trazados?

-Cuando hemos salido al extranjero hemos visto que las Copas del Mundo no tienen nada que ver los circuitos y si en casa no lo hacemos bien, luego fuera pues lo acabas pagando y es imposible rendir a un alto nivel.

¿Qué espera aportar desde su nuevo cargo de seleccionador?

-Los chavales vienen de un año muy duro y ahora mismo mi principal labor es la de motivar a los chavales. La motivación es muy importante. Estamos en una época en la que tienen que estar muy motivados. Siempre ha sido algo muy importante, pero creo que en estos momentos lo es más. Enseguida les parece que se les viene todo encima y que se acaba todo y hay que inculcarles que hay que pelear, pelear y seguir peleando. La claves es tener motivación, ilusión y ganas. Se trata de tenerles activos, ilusionados y además que vayan mejorando un poco técnicamente.

¿Qué es lo que haría falta para que Euskadi vaya acercándose poco a poco a potencias como Holanda o Bélgica?

-Es complicado. Allí el ciclismo y el ciclocrós es el deporte rey. Se vive de otra manera, algo inimaginable aquí. Es imposible comprender la cultura que hay por el ciclismo si no lo ves en directo. Esa pasión ayuda a ser una potencia. En todos los pueblos hay circuitos, a los chavales les ves con cinco años ya practicando... Es difícil lograr lo mismo, pero está claro que es en lo que nos tenemos que fijar. Yo empecé haciendo campus, tecnificaciones, pequeños pasos para ir acortando cada día esta distancia.