ATLÉTICO: Oblak; Trippier, Giménez, Hermoso, Lodi; Carrasco (Min. 90, Felipe), De Paul, Kondogbia, Lemar; Correa, Luis Suárez (Min. 72, Cunha).
RAYO: Luca Zidane; Balliú, Maras, Saveljich, Kevin Rodrigues (Min. 58, Bebe); Isi Palazón (Min. 46, Andrés), Santi Comesaña (Min. 75, Falcao), Óscar Valentín, Fran García; Unai López (Min. 58, Óscar Trejo); Sergi Guardiola (Min. 81, Aguirre).
Goles: 1-0: Min. 28; Correa. 2-0: Min. 53; Correa.
Árbitro: Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó a los locales Luis Suárez, Giménez y De Paul. También mostró tarjeta amarilla a Diego Simeone, entrenador del Atlético.
Incidencias: 43.029 espectadores en el Wanda Metropolitano.
- Entre el covid-19, entre las bajas de Joao Félix, Griezmann, Koke o Llorente, entre la peor racha de Simeone al frente del Atlético, entre las dudas más insistentes en torno a una era imponente y entre la sequía goleadora que sufre Luis Suárez, ayer surgió Ángel Correa, doble goleador determinante para reactivar al conjunto rojiblanco, reubicado en la cuarta posición y ganador incontestable contra el Rayo, que se marchó del Metropolitano sin tirar a portería.
Un partido resolutivo que fulmina la peor secuencia de derrotas del Atlético en LaLiga de la década -cuatro seguidas-, que lo repone en las plazas de Champions, un objetivo ineludible, y que rearma su convicción, por mas que el título sea hoy una cuestión aparentemente imposible (está a 14 puntos del liderato del Real Madrid con un encuentro menos) y que su realidad sea otra bien diferente de la que disfrutó el pasado curso como campeón y de la que se exigió en el principio de esta campaña.
Primero venció porque Correa, poco antes de la media hora de juego, creyó en lo que nadie más creía, en que el rechace del remate de Mario Hermoso en dos defensas le iba a quedar a él, que conectó con la derecha, con poco ángulo, de primeras, sin pensar más allá de los imprescindible, apenas un segundo, el gol que aligeró al Atlético del peso que aguanta últimamente en sus encuentros: hace méritos, pero no marca; falla atrás y recibe un gol. El 2-0, en el minuto 53, cuando el Rayo amagaba con algo más de lo que había ofrecido hasta entonces en ataque, también lo firmó Correa.