- Todo iba de maravilla para Ricky Rubio. Su equipo, los Cleveland Cavaliers, es una de las revelaciones de esta temporada en la NBA, él estaba rindiendo a un nivel magnífico, y la franquicia le mimaba como el líder veterano y sereno que debía guiar a una plantilla repleto de talento joven.

Pero la desgracia volvió a cruzarse en el camino del español. A falta de solo 2.20 para terminar el encuentro del martes ante los New Orleans Pelicans, Rubio, que estaba jugando un auténtico partidazo (casi triple-doble con 27 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias) se resbaló en una penetración y rápidamente se dio cuenta de que algo iba mal en su rodilla izquierda.

Los peores presagios para el base, que abandonó la cancha sin poder caminar, se cumplieron este miércoles con la confirmación de que sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, una grave lesión que le hará perderse lo que queda de temporada. A la espera de que se sepa el periodo exacto de recuperación -puede ser de hasta nueve meses-, queda en el aire su participación en el EuroBasket 2022 que se disputará en septiembre.

Lamentablemente, Rubio conoce bien esta lesión: es el mismo ligamento de la misma rodilla que se rompió en 2012 cuando era un novato con los Timberwolves. Ahora con 31 años, el base de El Masnou se ve obligado a parar de nuevo cuando disfrutaba de uno de sus momentos más dulces en la NBA.

Rubio estaba promediando 13,1 puntos, 4,1 rebotes y 6,6 asistencias en 28,5 minutos por encuentro. Pero los números no reflejan fielmente su importancia en los Cavaliers.

El base había alcanzado en los últimos años un extraordinario punto de madurez, seguridad y inspiración que le permitió ganar el Mundial de China de 2019 con la selección española (fue el MVP del torneo) y ser el máximo anotador de los Juegos de Tokio 2020.