l baloncesto no para por Navidad, ni siquiera ahora que la Ómicron ha vuelto a disparar los contagios en los equipos de todo el mundo. “Tenemos claro que no vamos a poder acabar con el virus, así que tendremos que convivir con él”, lanzó Adam Silver, el comisionado de la NBA que, pese a contar con un 97% de sus jugadores vacunados, ha tomado medidas encaminadas a que el espectáculo no se detenga, aunque sea a costa de que las plantillas disponibles se parezcan poco a las que se supone a la mejor liga del mundo. Pero los partidos de Navidad, señalados a dedo para buscar enfrentamientos muy atractivos a nivel global, son una enorme fuente de ingresos para la NBA, que ya se apresuró el pasado curso a reiniciar su competición antes de esas fechas, y se entiende, por tanto, este deseo de avanzar en el calendario, pese a todo.
Lebron James fue la primera estrella que entró en el protocolo de covid hace ya unas semanas y no le sentó muy bien, pero ayer eran 141 jugadores los que habían tenido que parar desde que arrancó la temporada, 127 solo desde empezó diciembre. En algunos equipos han llegado a coincidir hasta diez jugadores confinados. Así, la liga decidió obligar a las franquicias a fichar jugadores con contratos de diez días para compensar las ausencias y evitar los aplazamientos de partidos. De esta forma, jugadores veteranos que ya estaban fuera de la liga como Joe Johnson, Lance Stephenson, Ersan Ilyasova o Isaiah Thomas han recibido una oportunidad inesperada, mientras que otros que estaban sin minutos han recuperado la confianza y el protagonismo que quizás pierdan de nuevo en pocos días.
Además, en línea con la que ha hecho la NFL, se va a reducir de 10 a 6 días el periodo de aislamiento para los casos positivos, con lo cual se podría conseguir que algunas de las figuras de la NBA como Kevin Durant, Luka Doncic, Giannis Antetokounmpo, Trae Young y otros adelantaran sus regresos para los duelos de Navidad de ayer. Silver y sus directivos han decidido desplegar todos sus recursos para caminar de la mano del virus y han acabado por convencer a sus asalariados. “Esto no va a desaparecer hoy, mañana o pasado. Esto va a estar con nosotros durante un tiempo”, ha dicho Jason Kidd, el entrenador de los Dallas Mavericks.
En la NBA lo tienen claro, pero el panorama es bien distinto en Europa, donde los criterios no son tan homogéneos. El Real Madrid tuvo que jugar de forma incomprensible su partido de Euroliga ante el CSKA Moscú con solo seis jugadores del primer equipo el mismo día en que supo que la ACB aplazaba su choque al decretarse como brote de covid sus siete positivos, incluido el del técnico Pablo Laso. Sin embargo, la Euroliga sí aplazó el Milán-Zalgiris por positivos en el equipo italiano, lo mismo que algún encuentro de la Eurocup. “Somos unos mandaos”, dijo Rudy Fernández tras la heroica victoria ante los rusos. “Jugar en estas condiciones no es lo mejor para la salud de los jugadores, ni de nuestro equipo ni del rival, con esta pandemia y lo que ha pasado estos días”, añadió Sergio Llull.
Desde mañana mismo, habrá partidos todos los días, salvo en Nochevieja y Año Nuevo, encuentros con equipos de la Liga Endesa en liza, así que cualquier contratiempo hará caer piezas en cascada de un dominó tan inestable como saturado. La NBA solo tiene que velar por sus intereses mientras que en Europa, otro año más, es imposible coordinar los calendarios. Por no hablar de que en algunos países, como en algunos estados de Norteamérica, ya se han establecido restricciones de aforo en los pabellones para generar nuevas desigualdades.
Contratos de 10 dias. La NBA permite a las franquicias fichar jugadores fuera del límite salarial para paliar las bajas por covid.
Mascarillas. Vuelven a ser obligatorias en los pabellones para todos los que no estén involucrados en el juego.
Vuelta a la cancha. Las cuarentenas por covid se acortarán para propiciar el regreso de los jugadores a la actividad lo antes posible.
Pensando en la Copa. Los aplazamientos de partidos han vuelto a poner en un compromiso a la ACB, que trata de encontrar huecos en unas fechas cargadas de compromisos. Algunos ya se han recuperado y otros lo serán en los próximos días, pero por culpa del covid y las cuarentenas obligatorias hay ahora mismo dos encuentros sin fecha: el Joventut-Real Madrid y el Tenerife-Valencia Basket. El 9 de enero acaba la primera vuelta y no parece probable que se puedan jugar antes, por lo que la ACB, probablemente, decidirá aplicar el porcentaje de triunfos, como la pasada temporada, para decidir los ocho participantes. Se han puesto ya a la venta los abonos para la cita de Granada, pero nadie puede asegurar cuáles serán las condiciones sanitarias que imperarán a mediados de febrero y si será necesario en ese caso organizar un evento de menores dimensiones.