OPORTO: Diogo Costa; Joao Mario (Min. 81, Sergio Oliveira), Mbemba, Pepe, Sanusi (Min. 63, Wendell); Otavio (Min. 81, Vieira), Vitinha, Grujic (Min. 81, Corona), Luis Díaz; Evanilson y Taremi (Min. 81, Toni Martínez).
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Marcos Llorente, Vrsaljko, Kondogbia, Hermoso; Lemar (Min. 66, Correa), Koke, De Paul, Carrasco; Griezmann y Luis Suárez (Min. 13, Cunha; Min. 83, Renan Lodi).
Goles: 0-1: Min. 56; Griezmann. 0-2: Min. 90; Correa. 0-3: Min 90; De Paul. 1-3: Min. 90; Sergio Oliveira, de penalti.
Árbitro: Clément Turpin (Francia). Expulsó por roja directa a Carrasco, del Atlético de Madrid, y a Wendell, del Oporto. Además, amonestó a Taremi, Otavio y Pepe, por parte de los lisboetas; y a Correa, del lado madrileño.
Incidencias: Partido correspondiente a la sexta y última jornada del grupo B de la Liga de Campeones, disputado en el estadio de Do Dragao ante unos 40.000 espectadores.
- Sostenido de forma determinante por Jan Oblak, reivindicado con una actuación estelar, y lanzado por un gol de Antoine Griezmann en el minuto 55, después de resistir la presión y el desborde del Oporto, el Atlético de Madrid resurgió en la Liga de Campeones con una victoria indispensable, sentenciada por Ángel Correa y Rodrigo de Paul, que lo catapultó a los octavos de final del torneo (1-3).
No falló el equipo de Simeone, entre la crítica, entre las dudas, entre la desconfianza de sus últimos encuentros, dentro de la pesadilla que últimamente es la Liga de Campeones para el conjunto rojiblanco, que se despertó de ella de golpe, para demostrar su carácter.
No disponía Diego Simeone ni de Savic ni de Giménez ni de Felipe ni de Trippier, tres de sus cuatro centrales y el lateral derecho titular. Y a los 13 minutos perdió a su mejor goleador: Luis Suárez. Lesionado, su sustituto fue Matheus Cunha.
Necesitaba goles el Atlético, que lo pasó muy mal desde mediado el primer tiempo, agobiado, con pérdidas constantes de balón, encerrado por el conjunto portugués... Y salvado por Jan Oblak. Su parada a Luis Díaz fue formidable.
La secuencia de saques de esquina posteriores pusieron de nuevo al filo al Atlético, aliviado con la llegada del descanso, pero reencontrado de nuevo con la misma situación en cuanto el partido retomó su actividad, de nuevo sostenido por el imponente guardameta esloveno, que frenó otra ocasión de Taremi. Y, de pronto, resurgió contundente en su ataque para golpear con el 0-1, en un saque de esquina que botó Lemar, que peinó un defensa y que remachó Griezmann, solo, en el segundo palo. Además, casi a la vez, Origi anotó el 1-2 en Milan para el Liverpool. Estaba dentro de octavos el Atlético, que marcó y renació, también en el juego, también en el contragolpe, con una acción espectacular de Matheus Cunha que salvó Pepe cuando era gol o gol, cuando el partido, la última jornada, las posibilidades, habían virado a favor del conjunto rojiblanco, hasta que Yannick Carrasco cometió un error infantil. De alevín. En el minuto 67. Es reincidente el extremo internacional belga, cuya equivocación es inadmisible. Se fue a la ducha.
Lo arregló Matheus Cunha, que, visto lo visto, promovió de nuevo la igualdad numérica. Wendell le puso el codo en la nuez, él se fue al suelo, el árbitro Clement Turpin, quizá influido por lo que había hecho antes con Carrasco, expulsó al lateral del Oporto, siete minutos apenas sobre el terreno de juego, para derivar ambos equipo en una multitudinaria discusión. Los octavos de final estaban en juego. No hubo tregua hasta el minuto 90, cuando Correa, primero, y De Paul, después, sentenciaron la clasificación con el 0-3, reducido por Sergio Oliveira de penalti al 1-3 final.