- El Manchester United confirmó ayer el despido de Ole Gunnar Solskjaer como técnico del equipo, después de la derrota contra el Watford por 4-1. El noruego se marcha tras casi tres años como técnico de los ‘Diablos Rojos’ y sin haber conquistado ningún título en su etapa como entrenador. Solskjaer llegó en diciembre de 2018 como interino, tras el despido de José Mourinho, y se quedó como entrenador permanente en marzo de 2019.

Este verano firmó su renovación hasta julio de 2024. El conjunto inglés tendrá que indemnizar con algo más de 7 millones de libras a Solskjaer por su despido.

“Ole siempre será una leyenda del Manchester United y por eso nos da mucha pena tener que haber tomado esta decisión. Pese a que las últimas semanas han sido decepcionantes, estas no empañan el gran trabajo que ha hecho durante los tres últimos año para reconstruir el club. Ole se marcha con nuestra más sincera gratitud. Su lugar en la historia del club está segura. Siempre será bienvenido en Old Trafford”, dijo el United en un comunicado. El club también confirmó que Michael Carrick se hará cargo del equipo en los próximos partidos.

Su falta de mano en la estrategia y la sensación de que no existía un plan B ni una forma de jugar definida mostraron las carencias de Solskjaer, que se veía más cómodo con el Manchester por detrás en el marcador, lo que le permitía lanzar todo su poderío en ataque contra la meta del rival. Así se libró de un posible despido cuando Old Trafford le abucheó al descanso de un partido que su equipo cedía con el Atalanta por 0-2.

Ni siquiera el efecto Cristiano Ronaldo, que le ha salvado la cabeza en varias ocasiones, ni los fichajes de relumbrón como Raphael Varane y Jadon Sancho, al que ha maltratado en el banquillo, han girado el rumbo de un Solskjaer que ha sido un entrenador de rachas. Acumulaba varios partidos malos, se salvaba por un chispazo y vuelta a empezar. Tampoco tener el apoyo y respecto de los jugadores ha actuado como salvavidas.

Por no querer despedir a Solskjaer antes, el United ya perdió la oportunidad de firmar a Mauricio Pochettino antes de que este se fuera al PSG. También vio pasar a Antonio Conte, que finalmente se fue al Tottenham Hotspur. Esta vez por fin se decidieron a dar el paso adelante, justo cuando no hay ningún entrenador de gran nombre en el mercado y el que hay, el francés Zinedine Zidane, no parece dispuesto a venir.

Así terminan los tres años de Solskjaer en Old Trafford, tres años que amenazan su estatus de leyenda del club y que ponen una interrogación, otra más, sobre la gestión del equipo por parte de la directiva y de la familia Glazer.