- La Policía Nacional de Cantabria ha identificado a los miembros del grupo que el pasado 9 de octubre profirieron “frases ofensivas” hacia la jugadora de Osasuna Femenino B, Karolina Sarasua, cuando disputaba un partido de fútbol contra el equipo femenino de la Sociedad Deportiva Nueva Montaña, en Santander. Todos ellos son varones menores de edad y de Cantabria, por lo que las diligencias se han remitido a la Fiscalía de Menores.
La delantera Karolina Sarasua, menor de edad, denunció, en sus redes sociales, al término del partido entre la Sociedad Deportiva Nueva Montaña y el Club Fundación Osasuna B que un grupo de aficionados había vertido insultos de carácter sexual y amenazas de violación contra ella y sus compañeras de equipo durante el encuentro disputado en la capital cántabra. La jugadora puso los hechos en conocimiento de la colegiada al concluir el partido y, posteriormente, trascendió que el presidente del club cántabro disponía de vídeos con los autores de los hechos. La Nueva Montaña presentó una denuncia por los insultos de carácter sexual y amenazas recibidos por la jugadora navarra.La Policía tras investigar todos los hechos ha podido identificar a los presuntos autores de unas manifestaciones que cosecharon el rechazo de representantes políticos tanto de Cantabria como de Navarra
La identificación de los presuntos autores de los insultos fue dada a conocer ayer, en declaraciones a la prensa, por la inspectora de Igualdad y Derechos Humanos de la Policía Nacional, Diana Mirones.
La Comisión Antiviolencia acordó de forma unánime mostrar “el rechazo más absoluto” por los insultos que recibieron jugadoras del Osasuna B en el campo del Nueva Montaña, así como dirigirse al club navarro para trasladar su apoyo y solidaridad a todas las futbolistas.
Según informó ayer el ministerio del Interior, Antiviolencia estudió los incidentes ocurridos en el partido Nueva Montaña- Osasuna B y acordó “manifestar el rechazo más absoluto a estos comportamientos que no tienen cabida en nuestra sociedad, y en particular en los recintos deportivos, ya que amparan conductas degradantes y ajenas a los más elementales principios de convivencia”.
Considera además que “tales conductas de aficionados son merecedoras de condena, tanto de quien las realiza, como del club respecto del que son seguidores..