El entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, tenía preparada una sorpresa para los miembros de la plantilla y el cuerpo técnico de Osasuna antes del entrenamiento de ayer. El preparador vizcaíno invitó a Juan Carlos Unzué (Pamplona, 22/4/1967), exportero rojillo enfermo de ELA, para dar una charla en el interior de las instalaciones de Tajonar. La iniciativa trascendió gracias a un vídeo publicado por el club en sus redes sociales.
Agradecido por la invitación de Arrasate, el que fuera portero de Osasuna (también de Barcelona, Sevilla, Tenerife y Oviedo antes de convertirse en entrenador) reconoció que "es un lujo poder hablar con los jugadores del primer equipo de mi tierra, el equipo que me ha dado la posibilidad de crecer, de hacerme como futbolista y de convertir lo que era mi hobby en mi profesión; y además en unas instalaciones que yo tuve el gusto y el privilegio de inaugurar en el 82, en mi primer año de juvenil".
Aunque Arrasate presentó la charla como una oportunidad para dar visibilidad a la enfermedad de Unzué, éste no tardó en corregir al actual entrenador de Osasuna: "No tengo ganas de contaros nada de lo que me pasa porque no quiero que mi mensaje quede como algo triste. Lo que transmito es todo lo contrario y es que, a pesar de tener una enfermedad cabrona, hay muchos motivos para disfrutar de la vida. Por eso, tengo para vosotros dos sugerencias, una petición y un deseo".
"En primer lugar", prosiguió el exguardameta, "quiero animaros a que, si en un momento dado tenéis una debilidad o un problema importante que no sabéis solucionar, se lo hagáis saber a alguien. Los hombres de mi generación hemos crecido pensando que los hombres de la casa no se podían quejar, pero, si no te quejas, ¿cómo cojones te van a ayudar? Hay mucha gente a nuestro alrededor que nos quiere echar una mano. En los vestuarios suele ocurrir que los jugadores no quieren dar muestras de debilidad para que el compañero no se dé cuenta, pero el de al lado también puede estar jodido. Pasamos muchas horas juntos y a veces no nos conocemos".
"La segunda sugerencia", continuó Unzué, "es que seáis valientes y atrevidos. Y eso es algo que me da tranquilidad en mi experiencia personal: mirar atrás y, aunque me puedo reprochar cosas, ver que me he tirado a la piscina cuando he tenido algún proyecto, salga bien o mal".
La petición del exportero fue clara: "En el momento que aparece una derrota o un mal día, acordaos de mí, que hace cuatro días estaba jugando, hace dos formaba parte de un staff y hoy estoy en silla de ruedas. Pero no lo penséis como algo triste, sino con el único objetivo de que os sirva para decir que esto merece la pena. El poder tener salud y trabajar en algo que os gusta es la hostia".
¿Y el deseo? "Que salgáis al entrenamiento, que lo disfrutéis como el mejor del mundo, que mañana (oír hoy) salga el plan del míster tal y que vengáis de Villarreal con tres puntitos cojonudos". Así concluyó su charla Unzué, al que jugadores y técnicos despidieron con un aplauso y al que Sergio Herrera y Juan Pérez regalaron una camiseta de portero con el número uno y su nombre a la espalda, además del libro del centenario, Osasuna 1920-2020. Valiente y luchador, obra de Félix Monreal, periodista de DIARIO DE NOTICIAS.