- El club de baloncesto Zaraobe de Amurrio no va a olvidar fácilmente lo vivido ayer sábado al mediodía en la cancha en la que entrenan a diario: la del polideportivo municipal Bañueta Kiroldegia. Y es que tener la oportunidad de disfrutar en casa de un pulso amistoso entre dos referentes y máximos exponentes en la modalidad de baloncesto en silla de ruedas -el Zuzenak gasteiztarra y el Bidaideak Bilbao, una semana antes del arranque de la competición oficial- no es algo que pase todos los días.

La expectación era máxima, además, porque el choque -en el que se impusieron los vizcaínos por un ajustado 74-71- coincidió con el debut en el equipo que dirige Adrián Yañez y vigente campeón de Liga, de la jugadora afgana Nilofar Bayat y su marido Ramish, capitana de la selección de Afganistán que tras escapar de su país como refugiados después de la llegada al poder de los talibanes, se han comprometido con el club vizcaíno.

Su aparición en el terreno de juego, de hecho, fue recibida por una ovación de cerca de dos minutos, con todo el público en las abarrotadas gradas en pie y aplaudiendo. “El aforo estaba limitado a unos 300 espectadores, por la pandemia, y se ha llenado. Estamos súper orgullosos como club de haber podido traer un partido así a casa. Han venido todos nuestros chicos y chicas, entrenadores y directivos, y los padres y madres que se han animado la han gozado, porque ha sido un espectáculo increíble, y toda una lección, más allá de deportiva, de vida”, subrayó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Imanol Arberas, uno de los entrenadores del Zaraobe de Amurrio.

Una entidad deportiva, con más de 35 años de trayectoria, que está creciendo de forma imparable desde que, en 2017, su pueblo (Amurrio) decidió otorgarles el Guk de oro (el máximo reconocimiento local) y nombrarles pregoneros de fiestas. Más de doscientos jugadores, más de la mitad de ellos chicas, componen el club del valle de Ayala en las distintas categorías, para un total de quince equipos más la escuela, y todos ellos estuvieron ayer presentes en el encuentro a sabiendas de que iban a presenciar un hito histórico. “Hemos llegado tarde porque teníamos partido en Vitoria contra el Baskonia y, aunque no hemos ganado, hemos vuelto corriendo a casa y contentos e ilusionados por lo que nos esperaba”, coincidieron en señalar dos integrantes del junior del Zaraobe, Marcos Aspizua y Koldo Arberas.

No en vano, “el impacto de ver a todos y todas nuestras compañeras llenando las gradas y el ambientazo creado nos ha impactado sobre manera. Ha sido algo único, y todo un ejemplo de superación, tanto para nosotros como para los más pequeños, del que hemos tomado buena nota. Tampoco sabía que se trataba de un deporte mixto, me ha sorprendido bastante. En técnicas es muy similar, aunque sí cambia alguna norma en pases”, añadió Eneko Álava, otro integrante del junior Zaraobe, con 16 años.

De hecho, ese era el objetivo que perseguían los directivos del club amurrioarra para acercar este partido a Amurrio, para el que han contado con la colaboración del Ayuntamiento y de las diputaciones tanto alavesa como vizcaína. “El hecho de que haya coincidido con el estreno del matrimonio afgano, ha dificultado la gestión de un evento en el que llevamos trabajando mucho antes de conocerse el fichaje de Nilofar y Ramish, pero hemos conseguido garantizar la presencia de numerosos jugadores paralímpicos que acaban de regresar de Tokio”, apuntó Jon Pinedo, presidente del Zaraobe, que subrayó que “nuestra intención siempre ha sido reforzar nuestra filosofía de formar jugadores y jugadoras desde la base, trasmitiendo junto con los conceptos técnicos valores como respeto, compromiso, sacrificio, responsabilidad, amistad, igualdad, deportividad y superación”.

En este sentido, más allá de las connotaciones que acompañaron a este partido, para el Zaraobe este pulso amistoso “nos enorgullece como institución deportiva y nos ayuda a crecer, en un momento de plena ebullición y situación de lujo del club”, incidió Pinedo. Su compañero, Imanol Arberas, lo ratificó: “queríamos que los chavales vieran diferentes realidades, que gente con discapacidad puede estar en la élite del deporte, con exigencia, esfuerzo y compañerismo. En eso no hay diferencias con el baloncesto no adaptado, para lograr algo hay que esforzarse, pero encima hoy se han dado cuenta de que nosotros no hemos hecho nada para tener una vida tan bonita. Nos ha venido regalada del cielo por el simple hecho de nacer aquí, y eso les ha quedado claro, así que lección aprendida y objetivo cumplido”, apostilló.

Y es que ayer en Amurrio si hubo un ganador, ese fue el Club de baloncesto Zaraobe que, tras el encuentro, quiso tener un detalle con los protagonistas del choque, entregando a Nilofar y Ramish ramos de flores, así como una txapela y un pañuelo bordados con el logotipo del Club de Baloncesto amurriorra. “Para nosotros ha sido muy importante y, durante las fotos que se han hecho con las crías, nos han reconocido que están muy contentos y emocionados”, sentenciaron.

Nilofar Bayat y Ramish, que escaparon de Afganistán tras la entrada de los talibanes, recibieron una ovación de dos minutos

Los 300 asistentes disfrutaron de un gran espectáculo, con dos equipos de máximo nivel del baloncesto en silla estatal