- La escudería Mercedes dominó ayer con autoridad la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia, con Valtteri Bottas por delante de Lewis Hamilton, mientras que Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Alpine) acabaron séptimo y octavo, respectivamente, y Max Verstappen (Red Bull) cambió el motor y saldrá al final de la parrilla mañana.

Mercedes es el dominador histórico en el circuito de Sochi, donde siempre ha vencido en las siete ediciones anteriores de la prueba, y ayer continuó sus buenas sensaciones en la búsqueda del octavo triunfo consecutivo a orillas del Mar Negro, tanto por su buen rendimiento como por la sanción de Verstappen.

Con el sol brillando sin una sola nube, antes de la lluvia que se espera que caiga durante el resto del fin de semana, Bottas, doble ganador en Rusia (2017 y 2020), paró el cronómetro en 1:33.593. El finlandés superó por 44 milésimas a su compañero Hamilton y en la tercera posición sorprendió Pierre Gasly (Alpha Tauri).

Cuarto fue Lando Norris (McLaren), a medio segundo de Bottas, y quinto se colocó Esteban Ocon (Renault), que esta vez le ganó el primer pulso a Fernando Alonso, octavo a 1,1 segundos. Justo por delante del asturiano se situó su compatriota Carlos Sainz, que le aventajó en apenas 84 milésimas.

Por su parte, Verstappen (Red Bull) aseguró que decidió cambiar la unidad de potencia en el Gran Premio de Rusia al considerar que, por un cúmulo de factores, era “mejor” hacerlo en Sochi que aplazar dicho cambio.

El líder del Mundial eligió un circuito que domina Mercedes, en el que milita su máximo rival, Lewis Hamilton, y en una prueba en la que ya iba a tener que cumplir una sanción de tres posiciones en la parrilla de salida por su incidente con el heptacampeón del mundo en el Gran Premio de Italia.

Verstappen terminó tercero por detrás de los dos Mercedes en la primera práctica y sexto, con la nueva unidad, en la segunda sesión.