- LaLiga insiste en su cruzada contra las instituciones que cree dañan sus intereses. Es una batalla personal que ha emprendido Javier Tebas, el jefe de la patronal de clubes, quien ha decidido llevar a los tribunales a aquellas comunidades autónomas que no hayan aplicado el máximo del 60% del aforo de los recintos deportivos abiertos en las competiciones profesionales tal como recoge el acuerdo del Consejo Interterritorial de Salud. Es el caso del Gobierno Vasco, quien en el decreto 36/2021, del pasado 30 de agosto, fija que en campos con capacidad de entre 1.600 y 5.000 personas, el máximo en interiores será de 800 personas y de 1.200 en exteriores, y que en estadios con capacidad superior a 5.000 personas no se podrá superar el 30%, como medidas de prevención para contener la propagación del covid-19. Tebas ha recurrido el decreto del Ejecutivo de Iñigo Urkullu y también el de la Generalitat valenciana, que establece el tope de 20.000 espectadores, en los respectivos tribunales de Justicia, que vuelven a ser dispares en sus criterios. El Tribunal Superior de Justicia de Valencia sí ha aceptado las medidas cautelarísimas que reclama LaLiga, mientras que el órgano del País Vasco (TSJPV) las ha rechazado, aunque decidirá en próximos días sobre la suspensión del decreto de Lakua, con carácter cautelar hasta que decida sobre el fondo de la cuestión.

El litigio jurídico está servido. La Sala de lo Contencioso-Administrativo que preside el juez Luis Ángel Garrido, quien echó abajo las medidas adoptadas por Urkullu respecto a anteriores restricciones en el sector de la hostelería, rechaza en esta ocasión, en un auto fechado el pasado día 10, la adopción de las medidas cautelarísimas “inaudita parte” (sin oír a la Administración) que exigía Tebas respecto a la jornada del último fin de semana, porque considera, según fuentes consultadas, que no se da un perjuicio de imposible o difícil reparación. Esta Sala, sin embargo, “transforma la presente pieza en medidas cautelares”, con lo cual no liquida el recurso y da audiencia al Gobierno Vasco, que tiene de plazo hasta las 12.00 horas de hoy para argumentar las razones de las medidas adoptadas para garantizar la salud pública recogidas en el decreto del lehendakari. Curiosamente, LaLiga, que reclama indemnizaciones por pérdidas económicas debido a la reducción de los aforos en Euskadi, pide medidas cautelarísimas cuando el recurso lo presentó diez días después de que el decreto entrara en vigor y siete después de que lo hiciera el acuerdo aprobado por el Consejo Interterritorial de Salud.

El TSJPV se tendrá que pronunciar “en pocos días” sobre la medida cautelar ordinaria solicitada por LaLiga, pero la Sala que preside el juez Garrido también estará pendiente de la decisión que tome el viernes el LABI del Gobierno Vasco, ya que, a tenor de la evolución positiva de los datos epidemiológicos de la pandemia del covid-19 desde días atrás, podría fijar un aumento de público en los recintos deportivos, sin descartar que apruebe llegar al techo del 60% que recoge la normativa estatal. En este supuesto, según expertos consultados, “la medida cautelar perdería su objeto y la Sala no se pronunciaría, remitiéndose a la resolución del fondo del asunto, que versará sobre la competencia del Gobierno Vasco y su justificado o no ejercicio”, que, como se conoce, tiene facultades exclusivas en Sanidad y Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas. Es en el fondo del asunto, que las mismas fuentes tildan “como cuestión de calado”, donde el TSJPV tendría que sentenciar definitivamente, en próximas semanas o meses, y si anula el decreto del 30 de agosto, “cabría una indemnización por daños económicos derivados de la limitación de aforos”.

Tebas se ha decantado por iniciar este pulso al alegar que LaLiga ha sufrido el último fin de semana “prejuicios no solo derivados de espectadores, sino de patrocinadores, acciones publicitarias, de derechos audiovisuales...”. En la Real las peticiones realizadas por los socios en los dos partidos disputados en Anoeta y el de la próxima jornada, contra el Sevilla, sí superan, y por mucho, el límite del 30% del aforo, cuando paradójicamente en ninguno de los tres recintos vascos en los que se han disputado partidos de Primera División, Segunda y Primera Iberdola el pasado fin de semana ni siquiera han llegado al máximo del 30% del aforo y en algunos casos ni al 15%. Por orden cronológico y con datos oficiales, el sábado el Amorebieta-Burgos, de Segunda, reunió en Lezama a 832 espectadores sobre un tope de 1.100; el Real B-Eibar, también de Segunda, congregó en Anoeta a 6.266 personas de las 11.800 permitidas; en la noche del sábado al Athletic-Mallorca, de Primera, acudieron 14.566 de 15.893 inscritos; y el domingo, también en San Mamés, el derbi femenino entre el Athletic y la Real lo presenciaron 5.949 aficionados sobre el límite de casi 16.000.