- Después de refrescar el cuerpo, ardiente por el esfuerzo, con el agua fría que se tiró por encima de la cabeza, Roglic mostró su dicha tras su victoria en Valdepeñas de Jaén, la segunda que logra en la Vuelta. La primera se la anotó en la crono de Burgos. “Deseaba demostrar las buenas sensaciones del día anterior, lástima por la caída en la bajada del último puerto, ya que iba camino de lograr unas buenas diferencias... pero compensa alzar los brazos de nuevo en una carrera tan especial para mí”, analizó Roglic, que se impuso a Mas en un final agónico. “Enric está muy fuerte, pienso que será el adversario más duro en esta Vuelta, y además el Movistar cuenta también con López. Tendré que vigilarles de cerca”, destacó. Mas, que llevó al límite al esloveno, apuntó que “cuando he visto ese puto muro a 100 metros he agachado la cabeza y he dicho: ay, ay, ay... hoy no va a ser. Había visto cincuenta veces el vídeo de la victoria de Purito...”. En la lucha final hubo un momento en el que ambos se tocaron. El incidente no pasó a mayores y, una vez atravesada la meta, Mas y Roglic se saludaron y se abrazaron. “Le fui a saludar y ambos nos hemos pedido disculpas porque nos hemos tocado”, estableció Mas, que piensa que está en el mejor momento de su carrera. “Yo creo que sí. Roglic es junto a Pogacar y poca gente más los corredores referencia a día de hoy y poder estar codo a codo con él es lo más grande de mi trayectoria”.
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