l Valencia-Getafe de esta noche (21.00 horas/Movistar) dará el pistoletazo de salida a una de las temporadas de LaLiga Santander más extrañas. Será la primera tras la marcha de Leo Messi, que deja huérfana de estrellas a la máxima competición estatal, y será también la primera sin fichajes de relumbrón ni grandes nombres. Y es que por primera vez en mucho tiempo, el mercado veraniego ha dejado más salidas que llegadas. Más ausencias que presentaciones. Los problemas económicos de los clubes, el límite salarial impuesto por LaLiga y el estricto control financiero llevado a cabo por la organización de Javier Tebas obliga a apretarse el cinturón. A dejar marchar a grandes figuras como Messi, Sergio Ramos, Raphael Varane... y dar la bienvenida a jugadores buenos, pero de menor calado, como Memphis Depay, David Alaba o Rodrigo de Paul. Es decir, LaLiga se encuentra no solo lejos de las cifras multimillonarias que mueve la Premier League, sino que también ve cómo competiciones como la Calcio y la Bundesliga le adelantan en inversión. Así, la Primera División comienza esta noche sin una estrella destacada; pero con un papel importante de la afición, que regresa a las gradas aunque sea para ocupar, como máximo, un 40% de los estadios -en los campos vascos será el 20%-.
Con todo, será el Atlético de Madrid el rival a batir. El equipo que defenderá el título ante la amenaza habitual de Real Madrid y Barcelona, y a la que se quiere unir el Sevilla. El conjunto dirigido por el Cholo Simeone, que cumplirá diez años al frente de banquillo colchonero, ha protagonizado una pretemporada irregular y tan solo ha firmado a dos jugadores nuevos: Rodrigo de Paul y Marcos Paulo. Sin embargo, ha logrado mantener el bloque que le hizo campeón, con Oblak, Koke, Llorente y Luis Suárez; y espera que este sea, por fin, el año de eclosión de Joao Félix. En cuanto al Real Madrid, actual subcampeón, afronta una temporada de transición, en la que Carlo Ancelotti recoge los mandos de Zinedine Zidane. El italiano tendrá que reconstruir una defensa sin Ramos ni Varane; mientras que Benzema continúa esperando un compañero de renombre. Sin embargo, más complicado parece tenerlo el Barcelona, que todavía llora la marcha de Messi. De hecho, a pesar de una buena pretemporada y de las llegadas de Agüero, Depay, Eric García y Emerson, el rendimiento de los de Koeman sin el argentino es toda una incógnita. A este trío de gigantes quiere unirse un Sevilla que el año pasado estuvo apunto de dar la campanada. Dmitrovic y Erik Lamela son los refuerzos de Lopetegui.
Así las cosas, el primer objetivo de los hispalenses será asegurar la Champions League, un propósito que comparte con Real Sociedad, Villarreal y Betis. Estos tres conjuntos, que apenas han tocado su bloque de la temporada pasada, deberán compaginar Liga y competiciones europeas; por lo que deben moderar esfuerzos si no quieren quedarse fuera de los puestos continentales. Y es que, tras ellos, Celta y Getafe, con el permiso del Athletic de Marcelino, buscan con ambición mejorar sus registros y acceder, por fin, a Europa.
Si abierta está la pugna por el título y son varios los candidatos a los puestos continentales, también la batalla por la salvación tiene muchos aspirantes. Y es que a los recién ascendidos, Mallorca, Espanyol y el Rayo Vallecano de Andoni Iraola, se les une un Elche a la espera de más llegadas, un Cádiz que afronta su segunda temporada consecutiva en Primera y unos Alavés y Osasuna que quieren sellar la permanencia cuanto antes para centrarse en cotas más altas.
El Atlético de Madrid es el rival a batir por el título al que aspiran Real Madrid y Barcelona, con un Sevilla cada vez más cerca
LaLiga está lejos de las cifras que mueve la Premier League e incluso el Calcio y la Bundesliga le adelantan en inversión