El proyecto configurado por el Kutxabank Araski de cara a la temporada 2021-22 acaba de sufrir un revés con una salida inesperada antes del arranque de la pretemporada. La pívot estadounidense Kristina Higgins y el club vitoriano han acordado rescindir la vinculación que les unía para la próxima campaña debido a los problemas que estaban sufriendo ambas partes para la obtención del visado de residencia y trabajo.
Higgins, cuyo fichaje fue desvelado por el Araski el pasado 11 de junio procedente del conjunto francés del La Roche, iba a afrontar su primera experiencia en la Liga Femenina Endesa tras su paso por Rumanía, Hungría y Francia. A pesar de que nunca había competido en España, sí atesoraba una dilatada experiencia a sus espaldas e incluso había disputado la Eurocup, por lo que no hubiese tenido problemas para adaptarse al nivel de la competición.
“Va a ser el muro del equipo. Es una jugadora muy física con gran capacidad de intimidación, va a poder cambiar tiros y permitir al equipo ser más agresivo en el perímetro. Corre muy bien el campo, con buen tiro de media distancia y cerca del aro tiene buenos recursos para definir. Es un perfil de jugadora que puede darnos muchas opciones y que no habíamos tenido nunca en nuestro equipo”, explicó Madelén Urieta en el momento de su incorporación.
Por lo tanto, el Araski se ve ahora en la tesitura de tener que reforzar un juego interior que actualmente cuenta como únicas inquilinas con la gasteiztarra Laura Pardo, Bea Sánchez y la renovada Tamara Seda. Por fuera, el equipo ya está configurado con las bases Izaskun García y María Asurmendi, y las exteriores Katarina Zec, Tanaya Atkinson, Julia Gladkova y Gracia Alonso de Armiño.