- Luka Doncic. La descripción del próximo rival de la selección española de baloncesto se reduce a un nombre propio: el del jugador que rige los destinos de Eslovenia, que anota, asiste, rebotea y domina los partidos con insultante facilidad, en el duelo por el primer lugar del Grupo C esta misma mañana a partir de las 10.20 horas.

Es una de las estrellas indiscutibles de estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Aseguran sus compañeros que ir a comer con él en la Villa Olímpica requiere contar con dos horas para solventar la riada de fotografías y firmas que todos los deportistas solicitan al jugador de los Dallas Mavericks de la NBA.

“Lo que más me impacta no son tanto los números que cosecha, sino la sensación que este equipo está dando a todo el mundo, parece imbatible, y él parece imparable. Luka no ha perdido un partido con la selección eslovena y es un dato, no son solo números y estadísticas, es un ganador que arrastra a un equipo bueno, que ha encontrado una forma de seguirle muy buena”, analiza el seleccionador de España Sergio Scariolo.

Los epítetos parecen acabarse con un jugador que en su debut en unos Juegos Olímpicos estuvo a punto de batir el récord histórico de anotación -hizo 48 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias ante Argentina y se quedó a 7 del hito anotador del brasileño Óscar Schmidt-. Y en el segundo partido, contra Japón, en apenas 26 minutos en pista hizo 25 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias.

Lo constató con amargura el entrenador argentino Sergio Oveja Hernández, el primero en cruzarse con la tormenta eslovena. “El análisis del partido se llama Luka Doncic, para mí, y lo dije hace dos años, el mejor jugador del mundo, incluida la NBA. Si tenía alguna duda, ya me la quité. Es el mejor jugador del mundo”, dijo.

Más allá de Doncic y de cómo parar su producción ofensiva, anotando y sirviendo para que el resto de sus compañeros también lo hagan, hay mucho más que analizar. Y es que España y Eslovenia se juegan la primera plaza del grupo en busca de un cruce de cuartos más asequible.