- Mireia Belmonte se quedó a las puertas del podio al concluir en cuarta posición la final de los 400 estilos de los Juegos Olímpicos de Tokio, cita en la que la nadadora española volvió a demostrar su capacidad competitiva. Una fortaleza mental que permitió a Belmonte luchar hasta el final por una medalla de bronce que se le escapó por tan sólo 23 centésimas. Apenas un suspiro en una prueba tan dura como los 400 estilos, que la española, medalla de bronce en los pasados Juegos de Río, supo gestionar como nadie.

Mireia Belmonte no pareció inquietarse cuando concluyó en quinta posición la posta de mariposa, ni cuando una vez completada la mitad de la prueba, tras la posta de espalda, había caído un puesto más en la clasificación. Y es que la española, como ya ocurrió en las preliminares del sábado, tenía un plan: acercarse a sus principales rivales en la posta de braza y culminar la remontada en los cien metros finales a nado libre. Un plan que no le pudo funcionar mejor a Belmonte, que arrancó la posta de braza a 2.5 segundos de la medalla de plata y la cerró a tan solo 1.17 segundos del tercer escalón del podio.

Era el mejor escenario posible para la badalonesa, que afrontaba los últimos cien metros con opciones reales de subirse al podio, una quimera hace apenas unos meses a causa de los problemas en los hombros que han lastrado su preparación. Pero Belmonte se olvidó de la tendinitis y se lanzó como una posesa en busca del podio en una apasionante lucha final con la estadounidense Hali Flickinger, que acabó tercera, y la húngara Katinka Hosszu, campeona olímpica en Río, pero quinta en la final de ayer. Sin embargo, no pudo culminar la remontada en una prueba en la que el oro fue para la japonesa Yui Ohashi y la plata y el bronce para las estadounidenses Emma Weyant y Hali Flickinger, respectivamente.

MUJERES

400 estilos

4x100 libre

HOMBRES

400 estilos

400 libre

3

Primero fue la canadiense Kylie Masse la que dejó obsoleto el récord olímpico (58.23) de la australiana Emily Seebohm, vigente desde Londres 2012, tras imponerse en la cuarta serie de las preliminares con un tiempo de 58.17 segundos. En la siguiente serie clasificatoria, la estadounidense Regan Smith, explumarquista universal, rebajó el crono de Masse en 21 centésimas tras nadar en un tiempo de 57.96. Marcas que parecieron espolear a la australiana Kaylee McKeown, la actual poseedora del récord del mundo (57.57), que la dejó en 57.88 segundos.

“Si me dicen hace dos meses que iba a ser cuarta, no me lo creo; no esperaba quedar tan cerca de las medallas”

Nadadora