as tornas están cambiando. El skate se estrena este fin de semana como deporte olímpico en Tokio 2020. Nacido en California en la década de 1950, ha sido una práctica muy incomprendida y mal vista por gran parte de la sociedad durante muchos años; acostumbraba a ser un deporte callejero y la opinión de que rozaba la ilegalidad era muy extendida, pero esta disciplina urbana ya es deportiva, oficial y está regulada por federaciones. El camino ha sido largo, pero finalmente se ha llevado a una de las más importantes y reconocidas competiciones a nivel mundial: los Juegos Olímpicos.
La oficialidad ha resultado muy positiva. La acogida cada vez es mayor y la opinión pública se ha suavizado. "Antes éramos gente que no encajábamos, pero hemos encontrado nuestro sitio", comenta Ian Campbell, el donostiarra que fue campeón de España en la modalidad de rampa en 2018. Para muchos patinadores el hecho de haber considerado el skate un deporte reglado es un gran paso hacia adelante. La popularidad de esta práctica, hasta hace poco urbana, ha crecido mucho los últimos años. Muchos han conseguido hacerse un hueco en la esfera mediática, llegando a participar en programas de televisión como La Resistencia.
Durante la pandemia el impulso ha sido destacado. Muchos aficionados se han animado a subirse al monopatín. En las escuelas de skate el número de nuevos integrantes ha sido mucho mayor que en años anteriores. Y no solo los más pequeños se han animado a subirse al monopatín. En la escuela UK Skatepark situada en Berango, el espectro de edad es muy amplio. "Manejamos edades y niveles muy diversos. Contamos con patinadores desde los 4 años hasta los 54. Algunos entrenan para competir y a otros simplemente les gusta el mundo del skate y quieren aprender", afirma Nicolás Fuertes, fundador de la escuela. "Hay mucha gente que lleva años con nosotros, muchos que hace tiempo patinaban y ahora han decidido volver, y otros que se han animado este año. La demanda está siendo alta en todos los niveles". Pero el skateboarding es un deporte que también permite ser una forma de expresión. "Hay dos vertientes muy marcadas. Los que patinamos sabemos que hay una parte deportiva que implica entrenamiento, pero también tenemos la parte artística, que está muy ligada al baile. Cada uno tiene su estilo y su punto de vista, hay quienes solo lo ven como una competición y quienes creen que es un arte".
En la otra cara de la pandemia se encuentran las competiciones. Durante el último año y medio los eventos han sido muy pocos. Y el ambiente ha cambiado, según cuenta Campbell: "Antes había eventos y competiciones prácticamente cada fin de semana, pero con el covid-19 apenas ha habido. También las sensaciones son diferentes. Yo siempre iba a pasármelo bien, conocer gente, y si encima patinaba bien y ganaba era un fin de semana redondo. Ahora la competitividad de los nuevos patinadores es enorme y no me gusta sentir esa presión". Gracias a las escuelas, cada vez están saliendo patinadores con más calidad y mayor ambición.
Pero hacer del skate un estilo de vida es algo complicado. Las marcas y patrocinadores proporcionan ayudas y, aunque la visibilidad cada día sea mayor, son pocos los que pueden ganarse la vida patinando. "Vivir de ello es muy complicado. Hay gente muy buena, pero no tienes un sueldo. Las marcas te pueden dar ayudas, pero solo con eso no vives", asegura Campbell. "Antes era más fácil hacerte un nombre y destacar, pero cada vez hay más patinadores y las redes sociales tampoco ayudan. Antes eran una forma de darse a conocer, pero a día de hoy nos complican mucho el poder destacar. Entrenas un truco durante meses, lo grabas, pero cuando lo publicas ya no es tan espectacular, ya hay alguien que lo ha hecho antes que tú".
Después de años buscando respeto y aceptación, el skateboarding, que está catalogado como deporte de riesgo, al fin tendrá su sitio. "La aceptación ya la tenemos, es una industria que ha crecido mucho los últimos años, cada vez somos más", asegura Campbell. Y los Juegos Olímpicos son el último paso. Tres españoles han logrado entrar en la convocatoria tras las pruebas de clasificación: la coruñesa Julia Benedetti, el madrileño Danny León y el mallorquín Jaime Mateu. Habrá dos modalidades, la de street, que se celebrará hoy y mañana; y la de park, que tendrá lugar los días 4 y 5 de agosto. Ambas se disputarán en el Parque de Deportes Urbanos de Ariake, ubicado en una isla artificial en la bahía de Tokio.
Después de años buscando respeto y aceptación, el skateboarding, catalogado como deporte de riesgo, al fin tendrá su sitio
"Cada uno tiene su estilo y hay dos puntos de vista dominantes, quienes lo ven como una competición y los que creen que es un arte"
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