BRASIL: Ederson; Danilo, Marquinhos, Thiago Silva, Renan Lodi (Min. 76, Emerson); Casemiro, Fred (Min. 45, Roberto Firmino), Lucas Paquetá (Min. 76, Gabriel); Richarlison, Neymar y Éverton Cebolinha (m.63, Vinicius Júnior).
ARGENTINA: Emanuel Martínez; Montiel, Romero (Min. 79, Pezzella), Otamendi, Acuña; Di María (Min. 79, Palacios), De Paul, Paredes (Min. 54, Guido Rodríguez), Lo Celso (Min. 63, Nicolás Tagliafico) Messi y Lautaro Martínez (Min. 79, Nicolás González).
Gol: 0-1: Min. 22; Di María
Árbitro: el uruguayo Esteban Ostojich amonestó con amarilla a Fred, Paredes, Lo Celso, De Paul, Lodi, Paquetá, Otamendi, Marquinhos y Montiel.
Incidencias: partido por la final de la Copa América disputado en le estadio Maracaná de Río de Janeiro ante unos 2.000 invitados.
- “Dios guardaba este momento para mí; sabía que se iba a dar”. Tras cuatro finales perdidas, Leo Messi, a sus 34 años, por fin ha podido levantar un título con la selección absoluta. 28 años después, Argentina vuelve a celebrar un trofeo. La Copa América tiene campeón. La selección de Lionel Scaloni se impuso por 0-1 con un gol de Ángel di María para vencer a Brasil en Río de Janeiro y sellar su particular Maracanazo.
No fue el día de Messi, pero su aportación ha resultado imprescindible para alzar el título que tanto ansiaba. La Pulga cerró el torneo siendo elegido como Mejor Jugador gracias a que fue el máximo goleador (4 goles) y asistente (5) después de haber disputado todos los minutos de los siete partidos de la competición. En torneos mayores internacionales, ya dobla en premios de Mejor Jugador, con cuatro, a quienes están por detrás: Pelé, Zidane y Ronaldo Nazario. A estas alturas de su carreras, el Mundial es el único título que no está en su palmarés, y en Catar encontrará la que quizá sea su última oportunidad.
La final fue opaca, poco lucida, con Messi -que como admitió Scaloni tras la final jugó con problemas isquiotibiales- y Neymar maniatados por las pobladas defensas. Di María, un jugador que sorprendió en la alineación al no haber sido de la partida en los encuentros previos, fue el encargado de romper el equilibrio. La obsesión de Brasil con Messi dejó espacios que El Fideo supo aprovechar. En el minuto 22, Rodrigo de Paul, que apunta a ser nuevo jugador del Atlético de Madrid, envió un pase largo que Renan Lodi no acertó a despejar y dejó a Di María ante Ederson. El extremo del PSG definió con una vaselina impecable cuando Brasil ya llevaba la iniciativa tras unos minutos inaugurales de tanteo.
Brasil, sin clarividencia, trató de reaccionar en el minuto 30, cuando Neymar dispuso de un tiro libre en la mejor ocasión brasileña de la primera mitad. Argentina se encomendó al contragolpe, con Di María desatado.
Nada más reanudarse el partido, el cambio de planteamiento de Tite, que sacrificó a Fred para dar entrada a Firmino y retrasar la posición de Neymar, comenzó a dar frutos. La Canarinha acumuló tres ocasiones, incluido un gol de Richarlison anulado por fuera de juego, y por fin intimidó a Emi Martínez.
Scaloni, por su parte, se blindó sumando efectivos en defensa y, con faltas reiteradas y solidaridad, la Albiceleste detuvo las acometidas de una Brasil que echaba de menos la creatividad de su estrella. Así describió Tite el escenario: “Hubo un partido pinchado, que queríamos jugar, pero lo que había era anti-juego, cavar faltas todo el tiempo, se tarda en golpear, el árbitro... No hubo ritmo, queríamos jugar. La estrategia fue destrozar”. Los de Scaloni destrozaron las aspiraciones ofensivas del rival. Poca estética, pero gran eficacia defensiva.
A falta de tres minutos de la conclusión, Martínez atajó un disparo de Gabriel Barbosa que dio fin a la esperanza local. El Maracanazo estaba consumado. Argentina detuvo la racha de 13 partidos invicto que tenía Brasil y amplió a 20 su registro de partidos sin conocer la derrota. La consecución del título eleva a Messi como aspirante a su séptimo Balón de Oro. Pero más importante aún es que ya tiene un título con la absoluta tras ser campeón del mundo sub’20 y ganar los Juegos Olímpicos. Un hito más en la carrera del jugador del Barcelona, para quien Dios tenía una reserva.
“Un partido para la historia”. El liderazgo de Leo Messi en esta Argentina quedó patente cuando sus compañeros le mantearon tras ganar la Copa América y cuando posteriormente el equipo entonó una canción en la que decían: “Porque Messi tiene puesta la corona”. Como admitió el elegido como Mejor Jugador del torneo, “necesitaba sacarme la espina de poder conseguir algo con la selección. Estuve cerquita muchísimos años. Sabía que en algún momento se iba a dar. Soy un agradecido a Dios por darme este momento, en Brasil y contra Brasil. Creo que estaba guardando este momento para mí”. El 10 argentino añadió: “Todavía no somos conscientes de lo que realmente hicimos, más allá de ser campeones. Ahora estamos muy felices, festejando, pero es un partido que va a quedar para la historia, por haberle ganado la final a Brasil y en Brasil”. Además, se acordó de los ausentes: “Me gustaría compartir esto con los compañeros que pasaron por la selección. Muchas veces estuvimos tan cerquita y no se nos pudo dar”.