- El miércoles, la UEFA decidió descartar a San Mamés como sede de la Eurocopa 2020 y ahora contempla la posibilidad de trasladar a La Cartuja los tres partidos de la fase de grupos y el encuentro de octavos que inicialmente iban a celebrarse en La Catedral. Y la razón es evidente: Bilbao no garantiza la presencia de público en su estadio y Sevilla, por el momento, sí. De hecho, las dos finales consecutivas de Copa, esas que se celebraron en el estadio hispalense a puerta cerrada, fueron aprovechadas por Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), y Javier Imbroda, consejero de Deportes de la Junta de Andalucía, para hablar de cifras. De esta forma, a la espera de que la UEFA tome hoy una decisión definitiva respecto a todas sus sedes, Sevilla se erige como la principal alternativa a Bilbao tras prometer para la Eurocopa al menos un 25% del aforo de su estadio. Es decir, mínimo, 15.000 espectadores. Así, mientras que LaLiga Santander continúa con sus jornadas a puerta cerrada; la RFEF y la Junta planean acoger público en Sevilla, la provincia andaluza que más contagios sumó ayer (445), y meterlo en La Cartuja, estadio que precisamente también ayer comenzó a carburar como centro de vacunación.

Con todo, la ciudad hispalense no es la única que ha cedido al empeño de la UEFA de meter aficionados en cada uno de sus escenarios. Italia, con sus 3,9 millones de casos acumulados y con la prórroga del estado de alarma hasta el próximo 31 de julio -cuando ya habrá nuevo campeón de Europa-, fue la última en recibir la aprobación de los órganos gestores del fútbol continental. Y es que la Federación Italiana (FIGC) aseguró la semana pasada que los cuatro partidos programados en el Olímpico de Roma se celebrarán con espectadores. “Las autoridades han garantizado que se completará al menos el 25% del aforo del estadio, por lo que Roma está totalmente confirmada como sede del torneo”, informó la UEFA. De esta forma, con una capacidad total de 72.698 personas, la capital abrirá su estadio para 18.000. Asimismo, esta decisión conjunta entre la FIGC y el Gobierno de Italia -que hasta ayer mantuvo cerradas escuelas y bares- ha derivado en una insinuación de que el Calcio pueda terminar el curso a puerta abierta. “Lo que está claro es que para nuestro país es necesario volver a empezar y la final de la Coppa es una de las varias opciones junto a otros eventos que están programados antes de junio”, dijo Gabriele Gravina, presidente de la FIGC. Dicha final será disputada por Juventus y Atalanta el 19 de mayo, cuatro días antes de la última jornada de la Serie A. Por lo que Gravina no descarta acabar la liga con espectadores.

Y parecido ocurre en Inglaterra y la Premier. El primer ministro británico, Boris Johnson, ya alertó de que en su país “habrá otra oleada de Covid-19 en algún momento de este año”; pero a pesar de ello, Londres confirmó que Wembley se abrirá al 25% de su capacidad para los tres partidos de la fase de grupos y para el encuentro de octavos; y, además, espera aumentar ese porcentaje para las semifinales y la final de la Eurocopa.

El estadio inglés, con 90.652 asientos, comenzará alojando a 22.500 personas. Con todo, cabe destacar que Reino Unido ha vacunado con al menos una dosis a más de la mitad de su población y ya realiza partidos con aficionados. De hecho, el pasado fin de semana el Leicester venció al Southampton en las semifinales de la FA Cup con 4.000 seguidores en las gradas.

Roma. El Estadio Olímpico, con 18.000 espectadores, abrirá para acoger tres duelos de la fase de grupos y uno de cuartos.

Londres. Reino Unido confirmó una capacidad mínima de 22.500 para la fase de grupos e intentará una mayor para las semifinales y la final.

Múnich. Alemania no garantiza aún la presencia de público, por lo que la UEFA decidirá hoy su presencia en la Eurocopa.

Dublín. El Aviva Stadium puede correr la misma suerte que San Mamés puesto que Irlanda ya anunció que “está complicado” acoger espectadores.

Sevilla. La ciudad andaluza propone La Cartuja y un 25% de su aforo (15.000 localidades).