-Las nubes se apartan con prisa. Molestan con su tono grisáceo, algo tristón. El sol de primavera, pero con el deje del verano porque el viento sur empuja, gana enteros en el parqué bursátil de la sede de Euskaltel, donde se desperezó el día a media mañana con la presentación del Euskaltel-Euskadi que competirá en la Itzulia entre el 5 y el 10 de abril, el almanaque va desde Bilbao a Eibar. Después de calentarse durante el invierno, se descongela el equipo naranja, que florecerá en la carrera vasca ocho años después de su última incursión en una cita emocional. Ajenos al ruido mediático provocado por la compra de Euskaltel por parte de MásMóvil, la escuadra vasca concentra todos los sentidos sobre la carretera, donde los estímulos son muchos. No existe mayor reclamo para el equipo vasco que la Itzulia. En el Euskaltel-Euskadi gusta decir que la "Itzulia es nuestro Tour".

Ante ese reto, se antoja imprescindible el compromiso y la ambición de una muchachada que tratará de dejar huella y recordar los tiempos felices desde que la carrera se active en Bilbao con la contrarreloj que finalizará en la chimenea del Parque Etxebarria. Después, el itinerario les coserá durante seis días de competición para acceder a Arrate, el altar del ciclismo vasco, punto de fuga de la Itzulia. Para ese viaje por la columna vertebral de las arterias de la carrera vasca, Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi, cargará el equipo con Mikel Bizkarra, Gotzon Martin, Mikel Iturria, Txomin Juaristi, Mikel Aristi, Luis Ángel Maté y Unai Cuadrado.

La escuadra vasca dispondrá a su mejor formación para una prueba con un nivel altísimo, una reunión de luminarias. "Será como el Tour. Es una carrera del máximo nivel", subrayó Azanza. No se equivoca ni una pulgada el director navarro porque la Itzulia condensará una pléyade de estrellas. El cartel es un paseo por las luces de Broadway. Tadej Pogacar, campeón del Tour 2020, Primoz Roglic, segundo en la carrera francesa y vencedor de la Vuelta, Mikel Landa, cuarto en la última edición de la Grande Boucle, Ion Izagirre, campeón de la Itzulia 2019, Richard Carapaz, vencedor del Giro 2019, Adam Yates, Hugh Carthy, Sergio Higuita, Tao Geoghegan, campeón de la Corsa rosa en 2020, Enric Mas, Alejandro Valverde, Esteban Chaves... Una pasarela de luz.

Frente a ese mural de estrellas y un recorrido bello, exigente y fascinante, el Euskaltel-Euskadi no se reservará nada. La cita vasca es una de las cimas del curso, no solo por lo competitivo, sino también por lo emocional. "Es la semana más importante para nosotros", enfatizó el director del Euskaltel. Después del notable papel desarrollado en la Volta, la Itzulia se antoja como un punto de referencia para el equipo naranja. "Intentaremos dar batalla y tener presencia en carrera. Se trata de un bloque que se defiende bien en montaña y, además, peleará por entrar en las fugas. Contamos con la baza de Mikel Bizkarra, que lo ha hecho muy bien en la Volta y esperemos de el mismo nivel en la Itzulia. Y con un hombre rápido como Aristi, buscaremos disputar la quinta etapa que finaliza en Ondarroa", analizó el director de la formación vasca. A ese objetivo también se sumaron Bizkarra y Martin, los dos ciclistas presentes en el acto. "Buscaremos las fugas e intentaremos hacerlo lo mejor posible".

A Bizkarra, escalador ligero, le atrae la etapa de cierre de la Itzulia, un festín de ascensiones con final en Arrate, una etapa incendiaria. "Es un etapón. Eso sí, si quieres hacer algo en una etapa así hay que intentarlo desde lejos, entrando en una fuga. No puedes esperar al final con el nivel de corredores que habrá en la carrera". A Gotzon Martin, natural de Orozko, le gusta la jornada que finalizará en la ermita de Santa Lucía, en Laudio (Ermualde), un lugar de peregrinaje. "La subida solo la conocía cuando iba andando al monte. Después de saber que se subiría en la Itzulia, la he subido varias veces en bici y es muy dura. Si llueve, en rampas con ese porcentaje no te puedes poner de pie porque la bici patina", agregó el vizcaino, que pretende dejarse ver ese día. "Esa etapa la tengo marcada. Intentaré estar en la fuga".

Del reencuentro con la carrera vasca queda colgando la melancolía y la nostalgia de no poder correr en familia debido a la pandemia. La marea naranja deberá esperar a que amaine la amenaza del coronavirus para abrazar con entusiasmo al equipo. "Hemos esperado a la Itzulia dos años. Es un sueño estar en la carrera, pero, de momento, hay que vivirlo de forma diferente. Nos ampara una masa social que, junto con las empresas que nos apoyan, nos permite desarrollar un proyecto de país, disfrutar del ciclismo, trabajar la cantera, ayudar a las y los más jóvenes en sus primeras pedaladas... Y la Itzulia nos ofrece la posibilidad de devolver toda esa confianza y todo ese cariño que nos ofrecen", expuso Jesús Ezkurdia, el mánager general de la formación vasca antes de encarar el desafío. El Euskaltel-Euskadi quiere brillar en la Itzulia de las estrellas.

"Hay que intentarlo desde lejos, no puedes esperar al final con el nivel de la Itzulia"

Ciclista del Euskaltel-Euskadi

"Intentaré estar en las fugas. Tengo marcada la etapa de Laudio, me gustaría dejarme ver"

Ciclista del Euskaltel-Euskadi

"Vamos a dar guerra, no es sencillo, pero el equipo llega bien y no descartamos nada"

Director del Euskaltel-Euskadi

"Hemos esperado a la Itzulia dos años. Para nosotros es un sueño estar en la carrera"

Mánager general del Euskaltel-Euskadi