- La 43ª edición del Dakar ya enfila su epílogo, con los últimos 227 kilómetros de enlace y 225 de especial hasta la meta de Yeda, un destino deseado por los líderes: el argentino Benavides (Honda), en motos, y el francés Peterhansel (Mini), en coches. Ambos tienen ante sí la última batalla. Contra las dunas, la arena y los nervios, propios y ajenos.

Kevin Benavides combatirá, con una renta de 4:12 sobre el británico Sam Sunderland (KTM), por ser el primer campeón sudamericano en motos. Se quedó cerca en 2018, cuando terminó en segundo. En 2021 vuelve a aferrarse a ese desafío con una mezcla de contención y fuerza. "Tendré que pelear hasta el final", asumió. La penúltima jornada fue propicia para sus intereses. Partió de Al'Ula con solo 51 segundos de ventaja sobre Ricky Brabec, pero el estadounidense hizo una mala etapa y cayó al tercer puesto en la general. De la carrera se despidió el castellonense Joan Barreda, que iba quinto. El piloto de Honda hizo saltar las alarmas cuando se saltó el punto de repostaje, rodando en los puestos de cabeza. Esa acción le exponía a una dura sanción. Siguió sobre su moto hasta que se vació el depósito, reclamó la intervención del equipo médico y fue evacuado en helicóptero al vivac. Más tarde, ya desde el hospital, explicó su extraño comportamiento: "La caída de hace dos días, en la que perdí la conciencia durante unos minutos, me ha pasado factura. Tenía muchas ganas de continuar y acabar lo mejor posible, pero no ha podido ser". El francés Stéphane Peterhansel (Mini), trece veces vencedor, afrontará la última etapa con 15 minutos de ventaja sobre el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), ganador ayer. Carlos Sainz (Mini), campeón en 2010, 2018 y 2020, iniciará la última especial a más de una hora de su compañero de equipo, al que probablemente entregará la corona.