ocos clubes hay en el mundo con la capacidad del Real Madrid para resurgir de sus cenizas. No hay peor rival en el fútbol que el conjunto blanco herido, cuestionado por la siempre exigente crítica que rodea al club con más Copas de Europa. Es en ese entorno, y así lo ha sido en la historia más reciente, cuando se crecen los blancos. De otra forma no se explican sus tres Champions seguidas -el asunto de la calidad de algunos rivales y así como varios errores arbitrales a su favor tampoco pueden desmerecer dicho logro, que es único-, las que logró en los años 2016, 2017 y 2018; así como el título de liga que consiguió la pasada campaña tras un final de liga inmaculado. Lejos de pesarle el parón por el coronavirus, de que los once partidos disputados en apenas un mes se convirtieran en una losa, el equipo que dirige Zinedine Zidane ganó diez de sus once partidos y solo cedió un empate, en la última jornada, cuando ya había conquistado la liga. Mañana, tras reconducir en solo cuatro días una temporada que apuntaba a desastrosa, el Real Madrid recibe a un Athletic envuelto en mil y una dudas.

El conjunto blanco se jugó el pasado miércoles su continuidad en la Liga de Campeones a una sola carta. Ganar... o ganar. Y ganó. Nada que no sorprenda. Lo hizo con autoridad, además. No dejó ni el más mínimo resquicio para la sorpresa ante el Borussia Monchengladbach, al que superó en un partido con tintes de final (2-0). Una cita en la que el propio Zidane se jugaba su continuidad, como así se encargaron de apuntar en distintos medios. Un hecho con cierta lógica, no obstante, una derrota ante los alemanes podría haber dejado al Madrid fuera incluso de la Europa League. No fue así, venció gracias a un doblete de Karim Benzema y se clasificó a octavos como líder del grupo. Nunca en la historia de la Champions, no al menos desde su cambio de nombre y de formato, ha caído el equipo merengue en esta ronda del máxima torneo de clubes europeo. Tampoco este curso.

Salvó el técnico galo su primer match ball, el más complicado por cuanto había en juego -no solo en lo deportivo, también en lo económico- y después de una irregular andadura en la fase de grupos, en la tónica de la temporada, el Madrid no falló en un día señalado. Tampoco lo hizo el sábado, en el derbi frente al invicto Atlético de Madrid, que lideraba la clasificación liguera tras haber cedido solo dos empates en sus diez primeros partidos. Pero se topó con su molesto vecino, el que le dejó herido tras sus dos derrotas en sendas finales de Champions (2014 y 2016). Sin duda su bestia negra de la exitosa etapa de Diego Pablo Simeone en el banquillo.

En un encuentro en el que el Madrid se podía haber dejado media liga, alejándose del equipo colchonero en nueve puntos y con un partido más jugado, lo que podría haber disparado la diferencia hasta los doce puntos, el equipo blanco volvió a ofrecer su mejor versión. Fue muy superior al Atlético, al que superó en todas las facetas del juego, y se hizo con un valiosísimo punto que les aupó a la tercera posición en liga por detrás del líder, la Real Sociedad, y sus vecinos.

Ahora, eufóricos, con la moral por las nubes, reciben mañana al Athletic en Valdebebas, donde el Real Madrid disputa sus encuentros mientras se llevan a cabo las obras de renovación del Santiago Bernabéu. La ciudad deportiva del equipo merengue fue un fortín inexpugnable en la recta final de la pasada liga. Allí jugaron los pupilos de Zidane seis de sus últimos once partidos, con pleno de victorias y un balance de trece goles a favor y solo dos en contra. 18 puntos de otros tantos en juego. Este curso, sin embargo, las cosas no le han ido tan bien al Madrid en su retiro en Valdebebas. El de mañana será su sexto choque liguero en casa, donde tienen un balance de dos derrotas: Cádiz (0-1) y Alavés (2-1); y tres triunfos, los cosechados contra el Valladolid (1-0), el Huesca (4-1) y el Atlético (2-0). Por el camino se han dejado seis puntos en liga de los quince disputados y tres más en Champions tras caer frente al Shakhtar en el estreno en Champions (2-3). Sin Casemiro, sancionado, y con posibles rotaciones, el Athletic afrontará mañana un choque complicadísimo ante un Real Madrid al alza.

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El Real Madrid, que tras el confinamiento se trasladó a su ciudad deportiva debido a las obras en el Santiago Bernabéu, ha conseguido en Valdebebas 27 de los 33 puntos en juego. Las dos derrotas son de esta campaña.

Zinedine Zidane salvó un ‘match ball’ el pasado miércoles, tras vencer al Gladbach en Champions y superar la fase de grupos

El triunfo en el derbi del sábado mantiene intactas las opciones del Madrid en liga, que podría haberse alejado en doce puntos del liderato