Vitoria - Los hermanos Pou están teniendo que reinventarse este año debido a la dificultad de realizar sus habituales viajes exóticos a causa de la pandemia y eso les está sirviendo para descubrir escaladas inéditas y espectaculares como la Víbora. Así han denominado los gasteiztarras a la nueva vía que han abierto recientemente en el Barranco de la Hermida, situado en la parte cántabra de los Picos de Europa. Iker y Eneko Pou, acompañados del escalador argentino Kico Cerdá, invirtieron tres jornadas a la apertura del recorrido en la pared de Urdón y la cuarta la dedicaron a escalarla en la modalidad libre. Es decir, con la única ayuda de material que impida caídas o accidentes, de manera que toda la fuerza la tenga que emplear el escalador para darle todavía más dificultad si cabe.

Los Pou esperan que la Víbora se convierta en un destino atractivo para otros escaladores, pero solo se la recomiendan a los más experimentados. “Es una vía de corte deportivo, pero con carácter. Absténganse los que vayan buscando una ruta de escalada deportiva, porque no lo es. Animamos a los que les guste apretar fuerte en un ambiente de aventura y en una pared preciosa”, explican los alaveses.

La vía se divide en cinco tramos de distinta dificultad. Los cuatro primeros transcurren en piedra caliza de gran calidad, por lo que son seguros y hay poca probabilidad de desprendimientos. La dificultad del primertramo es de 7a+, el segundo de 7b, el tercero, el más difícil y tedioso de toda la ascensión, de 8a, y el cuarto vuelve a aligerarse hasta 7b+. El quinto sector de la escalada es el más sencillo técnicamente, ya que lo han calificado como 6b+, pero es el más peligroso debido a su descomposición, por lo que el agarre se vuelve más dificultoso. Otro de los riesgos que hacen esta ascensión apta solamente para los más atrevidos es la gran distancia entre algunos seguros, lo cual deriva en que, en caso de caída, el tiempo que se mantendrá el escalador en el aire hasta que el seguro le frene será grande.

Según advierten los gasteiztarras, aquellos que se lancen a por la Víbora necesitarán llevar consigo 10 cintas exprés, un juego de friends Totem completo, algún anclaje de baga y una cuerda de 80 metros de longitud. Este logro llega después de que recientemente abrieran otra interesante vía en Peña Santa, donde bautizaron un recorrido de todavía mayor dificultad con el nombre de Rayu. Sus aventuras de los últimos meses apuntan a que los hermanos Pou seguirán explorando nuevas paredes en los Picos de Europa y en otras cordilleras del territorio nacional, siempre que la limitación de movimiento se lo permita.