n este Tour no nos está acompañando la suerte o tal vez nosotros no estemos acertando en los momentos clave de la carrera. Rafa se fue para casa el primer día y Wout Poels, con la costilla rota, bastante hace con terminar las etapas. Durante la jornada teníamos a Mikel en una posición segura, pero a falta de 40 kilómetros todo se ha venido abajo. Ha habido una caída justo delante de mí que he podido librar, pero los dos compañeros que iban a mi rueda se han enganchado conmigo. Así que tres de los cinco compañeros que íbamos en el grupo delantero nos hemos quedado fuera de juego en un momento. Mikel se ha quedado solo con Colbrelli y les ha pillado el corte. No ha habido margen para reaccionar. Después hemos perseguido a muerte, pero por delante tiraban equipos muy potentes como el Ineos, el Jumbo o el Astana. Atrás nos hemos quedado Trek, Emirates y nosotros. Para colmo, Matej, Caruso y yo íbamos cortados entre coches. Hemos entrado a falta de 15 kilómetros de meta. Podría haber sido un gran desastre y haber perdido una minutada en meta. Digamos que ha sido solo un desastre, un mal día. En el ciclismo actual perder 1:20 pesa bastante. A partir de ahora tendremos que cambiar el chip. Estamos obligados a atacar.