- El Barcelona empezó ayer la pretemporada a las órdenes del técnico holandés Ronald Koeman y sin su capitán Lionel Messi, corroborando que su intención de dejar el club de su vida no tiene marcha atrás, aunque tampoco se atisba una solución rápida que no pase por una negociación entre el futbolista argentino, que reclama una salida sin coste alguno en virtud de una cláusula liberatoria, y la directiva azulgrana, para quien dicho provilegio expiró el 10 de junio y desde entonces está vigente la cláusula de rescisión, de 700 millones de euros.

En esta encrucijada se han parado reputados especialistas en derecho deportivo para analizar el asunto sin dar luz al mismo aduciendo el desconocimiento al detalle del contrato. La conclusión es que el litigio acabará en los tribunales, donde probablemente se imponga una indemnización, que puede ser simbólica o puede ser inasumible para el equipo que acoja en su seno al mejor futbolista del mundo, que el próximo mes de junio quedará libre y entonces ya tendrá 34 años.

Para desatascar una situación que mantiene al hincha culé soliviantado, Jorge Messi, el padre del jugador, ha programado una entrevista con el presidente del club blaugrana, Josep María Bartomeu, previsiblemente para el jueves, para alcanzar un acuerdo conciliador y evitar un pleito en los tribunales.

La predisposición del padre y representante de Messi choca con el rechazo frontal de Bartomeu, que no desea dejar la presidencia con el baldón de haber sido el hombre que dejó escapar a Messi, y además gratis, como ya hizo con Neymar, aunque al menos en esa ocasión dejó en las arcas del club 220 millones de euros, cifra récord en una transacción futbolística.

El Manchester City, el equipo donde Messi al parecer quiere reencontrarse con la gloria, no quiere asumir riesgos y ahora solo hace falta saboer si el Barça se mantiene firme en su exigencia de reclamar los 700 millones de euros o asume el deseo de Messi y el lado práctico de la operación, con el ahorro de su ficha, en torno a los 100 millones anuales, y una indemnización reparadora (se habla de 250 millones de euros, entre dinero y jugadores tasados).

La ausencia de Messi para el primer entrenamiento no ha pillado a nadie por sorpresa, conocido que el domingo no se presentó, junto al resto de sus compañeros, para pasar el test PCR previo a la vuelta al trabajo.

Koeman inició su singladura en can Barça con 19 futbolistas, incluidos Luis Suárez y Arturo Vidal, que no entran en sus planes y a quien la gerencia del club les está buscando una salida. En la Ciudad Deportiva Joan Gamper se ejercitaron Piqué, Luis Suárez, Dembélé, Neto, Jordi Alba, Sergi Roberto, Arturo Vidal, Junior, Rafinha, Oriol Busquets, Matheus Fernandes, Wagué, Araujo, Akieme, Cuenca, Konrad, Ilaix Moriba, Monchu y Arnau Tenas.

Tampoco estuvo el croata Ivan Rakitic, de viaje a Sevilla para suscribir con el equipo andaluz un contrato por dos temporadas con opción a una tercera, sujeta al cumplimiento de determinados objetivos. La operación se hará oficial en las próximas horas, en cuanto el futbolista cumpla con el trámite del reconocimiento médico.

Ivan Rakitic tiene todavía un año más de contrato con el Barcelona, pero el Sevilla pagará por el traspaso por una cuantía simbólica, toda vez que el club catalán se ahorra así la alta ficha de un jugador que no cuenta para Koeman.

Rakitic, de 32 años e internacional absoluto con Croacia en 106 ocasiones pese a ser nacido y formado en Suiza, ya jugó entre enero de 2011 y mayo de 2014 en el Sevilla, desde el que fue traspasado al Barça por veinte millones de euros y después de haber ganado con el equipo andaluz una Europa League. El centrocampista croata viene a sustituir en el equipo de Nervión al argentino Eder Banega, que en un momento realmente brillante de su carrera ha preferido la sustanciosa oferta de Arabia Saudí a disfrutar jugando al más alto nivel en Europa.