El Real Madrid se plantó en casa del Manchester City con la necesidad de obrar el milagro de levantar el 1-2 que los de Guardiola le endosaron en el Bernabéu. La puesta en escena no fue mala, pero en el minuto 8, un error de Varane, que se durmió en una salida de balón que quería emular el tiki-taka de su rival, propició que Gabriel Jesús dejara solo a Sterling. Benzemá hizo justicia empatando en el 28. Pero nuevamente Varane, cuando el City temblaba, erró en el pase atrás para dejar solo a Jesús, que puso la sentencia.

Los italianos recibían al Olimpique de Lyon condicionados por el 1-0 que los franceses les endosaron en la ida. Depay convirtió la remontada en lo que parecía una misión imposible al convertir en el 12 un dudoso penalti. Pero Ronaldo no quería quedarse fuera de la Champions sin luchar y se echó al equipo a la espalda. En el 43 igualó la contienda, también de penalti, y en el 60 hizo a los italianos soñar con el milagro. Pero el minutero corrió desatado confirmando el pase del muy meritorio Olympique.