- El Circuito de Getxo cumplirá 75 ediciones el próximo 2 de agosto. En esa fecha celebrará las Bodas de Diamante con el ciclismo, un hito extraordinario en sí mismo. Un festejo fantástico para una carrera que renace en tiempos convulsos gracias al empuje inquebrantable de la Sociedad Ciclista Punta Galea. La efeméride será una cita "inimaginable hace tres meses", confiesa Mikel Guinea, presidente de la organización de una prueba que adquirirá otra dimensión por culpa de los devastadores efectos del coronavirus. La ausencia de infinidad de citas en el calendario, barridas por la pandemia, ha situado a la carrera getxotarra en el mejor escaparate posible. La carrera, que contará con una cartel de lujo, será, probablemente, televisada en directo.

"Se han dado unas circunstancias muy especiales que han favorecido a la prueba, pero llevábamos tiempo cambiando cosas para hacer más atractiva la carrera. Teníamos que quedarnos con lo mejor, pero cambiar para seguir creciendo. Cambiamos la fecha, el horario y hemos introducido novedades en el recorrido para que el Circuito gane en visibilidad y espectacularidad", relata Guinea, que se muestra optimista sobre la negociaciones para que la cita sea retransmitida en directo por televisión. "Hay varias cadenas interesadas en emitir la prueba", subraya el presidente, que garantiza, cuando menos, el seguimiento por streaming.

El Circuito de Getxo se ha convertido en un producto atractivo para las televisiones por la ausencia de pruebas y por reunir una participación muy atractiva. Cinco equipos del WorldTour (Movistar, Bahrain, Emirates, Trek y NTT) han garantizado su presencia en la salida, una fantástica noticia para la organización, que cuenta con nombres como Mikel Landa, Pello Bilbao, Mark Cavendish, Fernando Gaviria, Alexander Kristoff o el campeón del Mundo, Mads Pedersen, entre otros. Tampoco se descarta la participación de Alejandro Valverde. Euskaltel-Euskadi será otra de las formaciones de las 19 que competirán en Getxo en un trazado donde sobresale Pike Bidea, un muro de 2 kilómetros y con rampas del 20%. La ascensión estará situada a doce kilómetros de meta, que se rematará en la cuesta de Txomintxu tras 177 kilómetros de aventura.

La presencia de algunas de las escuadras más potentes del mundo obligará, más si cabe, a reforzar las medidas sanitarias para asegurar la seguridad de los ciclistas. "Garantizar la seguridad y la salud es una prioridad y adaptaremos los protocolos sanitarios de las autoridades, UCI y Federación a las características de nuestra prueba", expone Guinea, consciente de que deberán controlar el aforo en los puntos críticos. En la salida, que se dará desde el Puente Colgante -"será espectacular, un aliciente más", sostiene Guinea-, los corredores estarán aislados para que no haya contacto con la gente. "Los aficionados les podrán ver de cerca, pero no tocarlos. Varios de esos corredores competirán después en el Tour", advierte Guinea.

Al igual que la salida, la presencia de la afición en meta también estará restringida. La organización cifra en 500 personas las que podrán presenciar el final y siempre manteniendo las distancias de seguridad y el uso de mascarilla "Tiene que regir el sentido común y todos tenemos que ser cuidadosos y responsables. Nosotros pondremos todo por nuestra parte", enfatiza Guinea. En el otro punto candente del Circuito de Getxo, la ascensión al novedoso Pike Bidea, también se limitará la presencia de aficionados. "La idea es que en ese tramo se puedan reunir mil personas como máximo", remata Guinea.