Se acabó la espera. Recién pasadas las diez de la noche, el fútbol de primera volvió a ponerse en marcha tras tres meses congelado por el maldito covid-19. Sevilla Betis, nada más y nada menos que uno de los derbis más calientes del fútbol español, aunque en esta ocasión enfriado por la ausencia de espectadores que será la norma hasta que desaparezca la pandemia. El choque transcurría parejo hasta que Bartra extendió el antebrazo por la nuca de De Jong y el árbitro cobró penalti. Ocampos lo convirtió con frialdad y el derbi se rompió, ya que con el Betis tocado, Reges aprovechó para ajusticiarle cinco minutos después. Antes del pitido inicial, un minuto de silencio recordó a las vidas que se ha cobrado el covid.