- Después de tres empates consecutivos, el Leipzig, apoyado en la eficacia y en un triplete logrado por Timo Werner, aprovechó su visita a Mainz (0-5) para recuperar la contundencia, el tercer puesto y la condición de aspirante a la Bundesliga.

El reencuentro con la competición frenó la progresión del equipo de Julian Nagelsmann, que fue líder durante varias jornadas antes de que el Bayern se lo arrebatara, y que empató en su campo contra el Friburgo el pasado fin de semana.

Pero en Mainz, con Werner estelar y el catalán Dani Olmo en el equipo inicial, recobró la energía para dejar en evidencia a un rival próximo al descenso. Timo Werner justificó que es uno de los jugadores más cotizados del fútbol internacional. Acumula el internacional alemán 24 goles este curso. Tres de ellos los firmó ayer. Robert Lewandowski, con 27, suma más en la Bundesliga.

La goleada devuelve al Leipzig al tercer puesto, como candidato al título. Está a tres puntos del segundo, el Borussia Dortmund, y a siete del líder, el Bayern Múnich.

También ayer, el Augsburgo se reencontró con el triunfo a costa de la crisis del Schalke, al que venció en Gelsenkirchen por 0-3 para alejarse de los puestos de descenso. El Schalke acumulaba ocho partidos sin vencer y apenas cuenta con opciones de lograr un puesto europeo.

Pero la Bundesliga ya está pendiente del partido en la cumbre de mañana, el clásico alemán de los últimos tiempos entre el Borussia Dortmund y el Bayern Múnich. El Bayern es líder con cuatro puntos de ventaja por lo que el partido puede o bien hacer más apretada la lucha por el título o bien darle a los bávaros una renta que a la postre podría ser definitiva.

El Dortmund-Bayern no fue siempre el partido clave del fútbol alemán. En los años 70 los duelos contra el Borussia Mönchengladbach eran los que más interés despertaban en la afición. En la primera mitad de los 80 el rival por excelencia del Bayern fue el Hamburgo, ahora en segunda división. En la segunda mitad de esa década el Hamburgo fue relevado por el Werder Bremen, que ahora lucha contra el descenso. El Dortmund sólo vino a convertirse en la segunda fuerza del fútbol alemán en la segunda mitad de los noventa. En 1995 y 1996 el Dortmund ganó la Bundesliga n con Ottmar Hitzfeld en el banquillo y en 1997 ganó la Liga de Campeones.