Bilbao - La Sociedad Ciclista Amorebieta, organizadora de la Klasika Primavera, anunció ayer la suspensión de la 66ª edición de la prueba vizcaina, que debía celebrarse el próximo 12 de abril, por la falta de recursos económicos y humanos. Sin embargo, Iñigo Larrucea, presidente de la Sociedad, no habla de un adiós. Ni de un impreciso hasta luego. "Esto es un hasta el año que viene". Porque la intención de Larrucea es tomarse un obligado descanso, recuperar fuerzas y regresar en 2021 con más energía que nunca: "Este año vamos a sacar las carreras pequeñas gracias a la ayuda del Ayuntamiento de Amorebieta, pero hay que seguir trabajando con vistas a la prueba del año que viene, intentando sacarla, aunque necesito a gente que me ayude porque no se pueden hacer milagros".
Y es que, aunque sorprende, la decisión de suspender la presente edición de la Klasika es algo que su organizador llevaba rumiando bastante tiempo: "Llevamos varias años teniendo pérdidas con la carrera y después de lo que ocurrió en la pasada edición, cuando algunos equipos nos fallaron a última hora y nos dejaron en vergüenza con un pelotón de 60 corredores, estaba claro que algo fallaba. Ahora tenía ya a varios equipos apalabrados, pero el problema más gordo es el económico porque si tienes dinero, ten claro que te aparecerán personas que te quieran ayudar". Así, este año, la Klasika -que se celebra el día después de la Itzulia- no pondrá el broche de oro a la semana del ciclismo vasco y, en opinión de Larrucea, se une a las víctimas que ha dejado la financiación de las grandes pruebas, como la Subida a Urkiola o la Emakumeen Bira. "Está claro que las instituciones no pelean por los clubes de Bizkaia porque van a traer el Tour de Francia y van a organizar la final de la Itzulia, con el aporte económico que acarreará; mientras que a nosotros nos dan cantidades de risa. Me parece muy bonito que traigan estos eventos a Bizkaia, pero también podrían pelear por el ciclismo de aquí y las carreras de casa", dice el presidente de la Sociedad Ciclista Amorebieta.
Una asamblea Así, este año no habrá Klasika Primavera. La número 66. No habrá jóvenes ilusionados apretujados en las cunetas de Muniketagane. Ni grandes nombres sudando por Autzagane. Pero Larrucea no siente rabia ni impotencia. Lo que recorre ahora mismo su cuerpo es "un gran disgusto". "Es una pena, pero este año ya es imposible llegar. Hay que pensar en el futuro, así que ahora lo esencial es conseguir ayuda humana y económica para poder sacar esto adelante en 2021", subraya. De esta forma, Larrucea anuncia que el próximo mayo convocará una asamblea para solicitar ayuda al pueblo: "Falta gente que se implique en el club. La idea es juntar una docena de personas, crear una nueva Junta Directiva que quiera hacer las cosas bien. Que busque financiación y empresas privadas para sacar la carrera el año que viene".
Y es que el organizador siente nostalgia de la época en la que el pelotón era numeroso y de renombre; y no pierde la esperanza de recuperar esos años dorados: "Tengo la ilusión de que se pueden repetir. Ves el palmarés de la prueba (Etxabe, Gorospe, Jalabert, Heras, Valverde, Samuel Sánchez...) y está muy bien, pero está mucho mejor el listado de los corredores que han venido porque no hace tanto vimos a Contador peleando por la carrera. Por eso hay que intentar que la Klasika sea la de antaño". Pero, mientras, la intención del club es seguir celebrando las pruebas de sub'23, júnior, cadete, escuelas de ciclismo y ciclocross que organiza anualmente.