MADRID - “Orgulloso” por haber conseguido su octavo título mundial, el sexto en MotoGP, el español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) aseguró que “este ha sido un año de ensueño”, “casi perfecto”, pero deseó que sea tan solo el punto y seguido de una época de dominio en la que espera seguir sumando hitos. Durante 48 minutos, en una multitudinaria rueda de prensa celebrada en el Campus Repsol de Madrid, el piloto de Cervera, de 26 años, repasó toda la temporada: desde “uno de los inviernos más duros” que recuerda, “porque no podía ir en moto” al estar recuperándose de una cirugía en un hombro, hasta el fin de fiesta en Bangkok, donde celebró su victoria en Buriram. “Si tengo la voz así es porque no me he recuperado todavía”, apuntó bromista en su primer acto en España. Cansado, pero al mismo tiempo pletórico, Marc Márquez reconoció que “tenía ganas de cerrar el título en Tailandia porque era la primera bola de partido”. Con siete títulos a sus espaldas, encontró esa “motivación extra” para recoger su octava corona.
A falta de cuatro carreras, en las que intentará “terminar en el podio”, Marc Márquez calificó 2019 como “un año de ensueño”, “casi perfecto”. No lo fue del todo porque, según recordó, en Austin (Texas) pagó su exceso de confianza cuando rodaba en primer lugar. Pese a haberse situado a un título de Valentino Rossi y a dos de Giacomo Agostini en la categoría reina del motociclismo, Marc Márquez remarcó que a él le gusta “vivir el presente”. “Nunca me ha obsesionado un número ni un nombre”, insistió. Sí deseó poder alargar “esta época”, siendo consciente también de que en cualquier momento puede aparecer un rival que le desbanque. - Efe