Igualada (Barcelona) - Es complicado amontonar más montañas en un recorrido encogido hasta los 94, 4 kilómetros, una distancia de efímera. La concentración de cumbres entre Andorra la Vella y Els Cortals d’Encamp, con final en un puerto de primera categoría, precedido de otras cuatro ascensiones, una de categoría especial, otra de primera y dos de segunda, sitúan a la cita andorrana como una de las llaves maestras de la Vuelta. “Me gusta y espero tener un buen día”, expresó Nairo Quintana sobre la montaña rusa constante que presenta el recorrido, donde no existe espacio para el descanso. Se espera una jornada eléctrica, a puro galope. Para el colombiano, la escasez de kilometraje y los cinco puertos que jalonan el trazado obligan a un planteamiento nítido de etapa. “Hay que tenerlo todo claro desde el principio. Es un día en el que no te puedes relajar ni descuidar, en el que pasa todo muy rápido”, diseccionó Quintana, que se retará con Miguel Ángel López, Primoz Roglic y Alejandro Valverde. Tras la llegada a Mas de la Costa, aguarda una pelea cerrada entre los cuatro, que pujan entre sí en menos de medio minuto de distancia. Supermán López es el mejor de los favoritos y tratará de alejar a Roglic, el favorito para la contrarreloj del martes en Pau. “No sé cómo lo vamos a hacer en la etapa de Andorra. A partir de ahora vienen días muy exigentes”, dijo el colombiano, que se está mostrando muy fuerte en lo que va de Vuelta. El exigente puerto de la Gallina, de 12,2 kilómetros, marcará el sino de la etapa. Tras su descenso llegarán los 22 últimos kilómetros con tres ascensiones encadenadas en las que solo habrá un par de kilómetros de descenso antes de enlazar con Engolasters con la ascensión final a Els Cortals d’Encamp. - C. Ortuzar
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