Vitoria - Puede que la carrera aún no haya empezado, pero basta con acercarse al centro de Vitoria-Gasteiz para respirar el ambiente del Ironman, algo que será una constante hasta que se celebre la entrega de premios el próximo lunes. Ayer tuvo lugar en la Plaza Nueva la recogida de dorsales por parte de los 2.100 triatletas que recorrerán el domingo los 3,8 kilómetros de natación en el pantano de Ullibarri-Gamboa, 180 de bicicleta por La Llanada alavesa y 42,2 de carrera a pie por el corazón de la ciudad.
En el punto de recogida de los dorsales se pudo presenciar ayer un adelanto de lo que será la prueba de este año: Una mezcla de nacionalidades, edades, objetivos e historias. La entrada de la marca Ironman ha hecho que el triatlón gasteiztarra pase de un 13% de participación extranjera a un 50%. Muchos de los deportistas que se aglutinaban ayer en la Plaza Nueva, en la Virgen Blanca y en la Plaza del Machete visitaban la capital del País Vasco por primera vez, y algunos no desaprovecharon la oportunidad de refrescarse con un zurito a la sombra de las terrazas de la Plaza Nueva, acompañados de sus familiares.
El brasileño Fabio Passoe, por ejemplo, habló maravillas de la gastronomía alavesa: “Es mi primera participación en el triatlón de Vitoria. Ya conocía la ciudad de anteriores visitas, me parece un lugar muy agradable. Lo mejor será cuando acabe la carrera y pueda disfrutar de la cocina local, me encanta”. A pesar de que el convenio del Ironman ha dado más cartel a la prueba gasteiztarra, lo que realmente le ha hecho a Passoe tomar la decisión de correr aquí ha sido la localización. “Quería disfrutar de una prueba así en Vitoria, me gusta mucho venir aquí”, aseguró.
John Wragg, que ha viajado desde Canadá a Vitoria-Gasteiz para participar en el Ironman, también preguntó por la gastronomía alavesa, aunque con algo más de desconocimiento. “¿Saben dónde se celebra la cena de bienvenida? ¿Salen desde aquí los autobuses a Landa?” Por fortuna, sus dudas fueron rápidamente resueltas por los voluntarios, muy numerosos en todas las carpas. En cualquier caso, si hay alguien con experiencia en este mundillo es el canadiense, que cuenta con más de 250 triatlones de larga distancia a sus espaldas y que sumará este domingo otro a su lista. “Es mi primera vez en Vitoria, aún no me ha dado tiempo a ver la ciudad, espero poder hacer algo de turismo hoy”. El americano se mostró también muy ilusionado con el circuito. “Tengo muchas ganas de que empiece la carrera, lo cierto es que el recorrido tiene muy buena pinta”, comentó el veterano, acompañado de otros atletas de habla inglesa.
Si hay algo en lo que todos coinciden es en la ilusión y las emociones previas a la carrera. Joan Medland, de Irlanda, se mostró entusiasmada con la prueba gasteiztarra. Sin embargo, lamentaba no tener la posibilidad de conocer más a fondo la ciudad. “Estamos en un hotel a una hora de Vitoria, pero la zona nos está gustando. Ahora iremos a conocer el recorrido”, dijo la triatleta irlandesa.
Novatos y repetidores El triatlón gasteiztarra ha ganado en internacionalidad, pero todavía sigue siendo una prueba muy llamativa para los deportistas de la zona. Es el caso de Kristian Quintans, de Bilbao, y Elena Villanueva, de Castro-Urdiales. Para Quintans, ésta será su segunda participación en el triatlón de Vitoria, pues ya estuvo presente en la edición de 2014. “La verdad es que lo disfruté mucho en aquella ocasión, aunque no me he decidido a volverme a apuntar hasta hace un mes”, admitió. En cualquier caso, el bilbaíno ha notado una gran evolución. “Se nota que hay mucho más nivel, hay muchos deportistas que vienen de fuera. La línea de meta pinta muy bien también”, apuntó. Villanueva, por su parte, afronta este año su primera participación en la carrera. “Yo me habría apuntado igualmente fuera Ironman o no, quería probar la experiencia de correr aquí”, comentó la cántabra.
Ya con los dorsales recogidos, a los triatletas solo les queda atender las charlas informativas que tendrán lugar hoy y preparar el material durante la jornada de mañana. Los familiares tendrán algo más de tiempo para visitar la ciudad que los triatletas, que deben centrarse en una buena preparación y estar concentrados para el esfuerzo que tendrán que realizar. Algunos, como una pareja de italianos que recogió los dorsales con prisa, lo único que verán de Vitoria antes de la carrera será el hotel. “Nos volvemos ya al Hotel Lakua”, comentaron antes de subirse en sus bicicletas y alejarse del corazón de la capital alavesa.