UCRANIA Lunin; Konoplia, Safronov, Bondar, Beskorovayny, Korniienko; Tsitaishvili, Oleksiy Khakhlov (Chekh, m. 57), Dryshlyuk, Buletsa (Kashchuk, m. 88); y Supriaha (Sikan, m. 63).

COREA DEL SUR Lee Gwang-Yeon; Taehyeon Hwang, Lee Ji-Sol, Kim Hyun-woo, Jaeik Lee, Choi Jun (Lee Kyu-Hyuk, m. 80); Jungmin Kim, Kim Se-Yun (Um Won-Sang, m. 46), Yeong-uk Jo (Se-Jin Jeon, m. 63); Kang-in Lee y Sehun Oh.

Goles 0-1, m. 5: Kangin Lee, de penalti; 1-1, m. 34: Supriaha; 2-1, m. 53: Supriaha; 3-1, m. 89: Tsitaishvili.

Árbitro Ismail Elfath (Estados Unidos). Amonestó a Konoplia (m. 86), Kim Hyun-woo (m. 33), Jaeik Lee (m. 56) y Sehun Oh (m. 79).

Estadio Widzewa.

lodz (polonia) - El modesto San Ignacio del vitoriano barrio de Adurza puede presumir desde ayer de haber tenido en sus filas a todo un campeón del mundo sub’ 20. Y es que en el equipo blanquinegro es donde ha jugado esta temporada -cedido por el Deportivo Alavés- Oleksiy Khakhlov, un talentoso centrocampista zurdo que ayer fue titular con Ucrania en el encuentro que cerró el Mundial de la categoría y en el que la selección del este se impuso a Corea del Sur. Un enorme éxito sin duda para una de las perlas que crecen en la cantera albiazul.

El título fue para Ucrania tras remontar a su rival con un doblete de Supriaha antes del último y definitivo tanto de Tsitaishvili. Se preveía un encuentro marcado por la rigidez defensiva, el rigor táctico o el orden de las líneas y todo se desvirtuó con la primera jugada del partido, en la que Corea se encontró con un penalti, previa revisión del videoarbitraje, para ponerse en ventaja.

No hubo que esperar más que segundos desde el pitido inicial para presenciar el frente a frente de los dos nombres propios del Mundial, por nivel e impacto mediático, de Kangin Lee y Andriy Lunin. Se miraron cara a cara y el valencianista no titubeó en engañar al madridista para ejecutar el penalti a placer.

El escenario era idóneo para el combinado asiático, experto en defender resultados toda vez que aventaja a sus rivales en el marcador, con su línea de tres centrocampistas arropando a sus cinco defensas. Y así ocurrió. Los ucranianos debieron adoptar un comportamiento más activo que reactivo, casi por primera vez en el torneo, y ponerse en la piel de protagonistas desde el esférico

Pese a las dificultades iniciales, el empate logrado en el minuto 34 aprovechando las dudas de Corea para despejar una falta devolvió la tranquilidad a los ucranianos. A partir de ahí tomaron el cotrol del encuentro y con dos tantos más (uno en el arranque del segundo periodo y el definitivo en el 89) sentenciaron un campeonato que no olvidará el albiazul Oleksiy Khakhlov.