parís - Como casi cada segundo domingo del mes de junio desde hace quince años, Rafa Nadal estará mañana en la final de Roland Garros. Solo en 2009, en 2015 y 2016 se truncó esta cita anual del balear con la Philippe Chatrier y la Copa de los Mosqueteros. Será la duodécima y las once anteriores cayeron de su lado. Para llegar de nuevo a ella, Nadal derrotó por 6-3, 6-4 y 6-2 a Roger Federer en un partido que se disputó durante dos horas y media en medio de un fuerte vendaval y más que sobre tierra batida, sobre tierra agitada, lo que complicó mucho las evoluciones de las dos leyendas del tenis.

Quien antes se adaptó fue Nadal que se adelantó por 3-0 en un arranque en el que los fallos llegaban en uno y otro lado de la red. El de Manacor, que no había roto el saque de su rival en sus tres anteriores duelos y lo logró ya en el segundo juego, pudo controlar mejor sus golpes y al anotarse el primer set logró la tranquilidad que necesitaba para manejarse en esas condiciones que hacían de los intercambios algo incontrolable. La clave del partido estuvo en el segundo set en el que Federer empezó muy agresivo y se puso 2-0 con bola de rotura para el 3-0. Sin embargo, Nadal, muy eficaz pese a todo con su primer servicio, logró dar la vuelta a la situación en los mejores pasajes del partido y apuntarse el segundo parcial.

El suizo, con un escaso 61% con su primer saque, sabía que su oportunidad había pasado y en el tercer set cedió otras dos veces su servicio, lo que colocó a Nadal con un 4-1 que solo aplazaba la sentencia del trigésimo noveno duelo entre ambos, que ya tenía claro ganador. Federer cerró con 34 errores no forzados, uno más que los golpes ganadores del balear que fue creciendo con el paso de los juegos hasta acabar como total dominador.

El rival de Rafa Nadal en la final no se sabrá hasta hoy ya que Novak Djokovic y Dominic Thiem vieron su partido interrumpido cuando el austriaco se imponía por 6-2, 3-6, 3-1 y saque. En la segunda interrupción por la lluvia, los responsables de Roland Garros decidieron suspender el choque para perjuicio de Thiem. Durante un largo rato, dejó de llover y se podía haber jugado con el mismo viento que la otra semifinal. La suspensión solo favoreció a Djokovic, que se había mostrado muy incómodo sobre la pista. La segunda semifinal se reanudará hoy a las 12.00 horas y si nada se tuerce, la final se jugará mañana, como estaba previsto.

barty-vondrousova La final femenina de hoy (15.00 horas) será inédita y, desde luego, inesperada cuando se inició el torneo. Ashleigh Barty, la veterana a sus 23 años, se medirá a Marketa Vondrousova, de 19 años y la tapada del cuadro ya que llega sin ser cabeza de serie. La australiana venció a Amanda Anisimova, la benjamina de las semifinales con 17 años, en un partido que reflejó lo que es el tenis femenino. Barty comenzó ganando 5-0, pero perdió el primer set en el tie-break. En el segundo, la estadounidense tomó ventaja de 3-0, pero la jugadora de Queensland reaccionó y se llevó seis juegos seguidos para tomar el mando y ganar por 6-7, 6-3 y 6-3.

Por su parte, la checa Vondrousova no acusó la presión ante una más experta Johanna Konta y se impuso por 7-5 y 7-6 para llegar también a su primera final de Grand Slam. Entre las dos finalistas suman cinco títulos de la WTA y esta final da como resultado que se verá la novena campeona primeriza en los últimos diez grandes y la séptima que se estrene desde 2016.

El partido no tendrá a ninguno de los grandes nombres del circuito, pero las dos se lo han ganado. Por eso, generó polémica, incluso con una queja pública de la WTA, porque el partido entre Vondrousova y Barty no fuera programado en una de las dos pistas principales en lo que entendió como clara discriminación.