La resurrección del Ajax en la élite europea -el gran bombazo futbolístico de la semana pasada- y su pase a las semifinales de la Liga de Campeones se han basado en dos máximas del maestro Johan Cruyff: el desafío a las leyes del mercado en el fútbol y la prioridad del juego colectivo por encima de las individualidades.
De los 16 equipos que pasaron a la fase de eliminatorias, el equipo de Ámsterdam era uno de los que tenía un presupuesto más bajo. La Eredivisie neerlandesa no congrega ni la atención ni los millones de euros en derechos televisivos que atrae la Premier League inglesa, la Liga española o el Scudetto italiano.
Esa desventaja, transformada en queja continua por los medios holandeses, era contestada con irreverencia por el maestro Johan Cruyff. “Nunca he visto a un saco de dinero marcar un gol”, dijo en una ocasión cuando le preguntaron por el asunto.
El portugués Cristiano Ronaldo estuvo a punto de quitarle la razón el pasado martes, pues suyos fueron los dos goles del Juventus en toda la eliminatoria, pero el poderío del portugués no fue suficiente para superar el descaro y la velocidad del bloque holandés.
Los 112 millones que el Juventus pagó el pasado verano por el astro portugués suman aproximadamente el doble de lo que se desembolsó el Ajax por los once futbolistas alineados en Turín. Cinco de ellos provienen directamente de la cantera: Matthijs de Ligt (19 años), Frenkie de Jong (21), Noussair Mazraoui (21) Donny van de Beek (21) y Joël Veltman (27).
El portero André Onana vino desde el Fútbol Club Barcelona por aproximadamente 200.000 euros y jugó un par de años en los juveniles del conjunto holandés antes de pasar al primer equipo. El veterano Lasse Schone llegó gratis en 2012, pues terminó contrato con el NEC neerlandés y nadie quiso pagar por él.
No obstante, el Ajax no sólo vive a base de canteranos y fichajes de bajo coste. Se calcula que los cuatro futbolistas restantes del once inicial frente a la Juventus (Daley Blind, David Neres, Hakim Ziyech y Dusan Tadic), que costaron unos 55 millones, han servido, sobre todo, para reforzar una delantera que dependía en exceso del veterano Klaas-Jan Huntelaar, quien ha perdido protagonismo según ha avanzado la temporada.
Otra de las claves del equipo de Ámsterdam es su vuelta al fútbol total, ese concepto impuesto en los años 70 por la selección holandesa, con el legendario Johan Cruyff en el campo, y que volvió en los 90 al Ajax de la mano de Louis van Gaal.
El entrenador Erik Ten Hag, que alterna el 4-3-3 con un 4-2-3-1, lo ha recuperado al poner en valor el juego en equipo por encima de las individualidades y prohibir a sus hombres que se limiten a un único rol. Atacan a base de pases rápidos y sus centrocampistas no descuidan en ningún momento la defensa, mientras que los laterales Nicolás Tagliafico y Mazraoui suben con frecuencia por la banda para crear ocasiones de gol.
De Jong asombra en el centro de campo con su visión de juego, pases de tiralíneas y su éxito a la hora de encontrar espacios vacíos, pero al mismo tiempo es un seguro de vida a atajando contrataques. El próximo centrocampista del Barcelona se ha erigido como un elemento muy interesante para insistir en las maneras y estilo del fútbol holandés.
Neres se desmarca continuamente y no abusa de la posesión si se ve en problemas, pero es capaz de dejar atrás a los marcadores gracias a su punta de velocidad. Ziyech es el descaro, la irreverencia de disparar cuando nadie se lo espera. Tadic representa la efectividad, la capacidad de encontrar un hueco donde otros ven una línea defensiva infranqueable.
Las portadas de la prensa holandesa reflejaron el miércoles la ilusión que ha traído el Ajax a Ámsterdam. “Milagro”, tituló a página completa el diario generalista Algemeen Dagblad. “¡¡¡Sensacional!!!”, replicó De Telegraaf.
La última vez que los holandeses llegaron a las semifinales de la máxima competición europea fue en 1997. 22 años después de aquella cita ya se siente la emoción en Holanda e incluso los dirigentes del fútbol del país ya han decidido ayudar al estandarte del juego de allí aplazando una jornada de Liga para que el Ajax tenga más tiempo para descansar y preparar el partido de ida ante el Tottenham.
De Ligt dijo tras pasar la eliminatoria que no tenía ninguna preferencia -les ha tocado el Tottenham, otro equipo insolente-. Tras tumbar al Real Madrid y la Juventus, los jóvenes del Ajax se ven capaces de emular a Johan Cruyff y, tal y como hizo el genio en 1995, devolver a Ámsterdam la Liga de Campeones.