vitoria - No fue la mejor mañana la de ayer para despedir al pelotón ciclista en Mendizabala. Pero aún y todo los alaveses más fieles al mundo del pedal se dejaron ver de nuevo para comprobar una vez más los majestuosos autobuses de los equipos o las lujosas bicicletas que tienen cada uno de los participantes. Hubo quien se escapó unos minutos de su puesto de trabajo para obtener un autógrafo o una foto con sus ídolos. Hay quien lo logró y quien se quedo con la miel en los labios. La desapacible jornada, con ratos de lluvia incluida, no animó a que los protagonistas se dejaran ver durante algunos minutos. Había que estar muy alerta para cazar al corredor en cuestión nada más descender las escalerillas de su autocar y realizar la petición de manera efímera para no recibir una negativa e irse a casa resignado.

Hacía tiempo que en la ronda de casa no estaban tres alaveses disputándola y tal vez por ello la expectación fue notable esta vez. Mientras Víctor De la Parte permanecía sentado en la furgoneta del CCC con las piernas hacia arriba esperando la hora de acercarse al pódium para firmar, Jon Aberasturi ofrecía sus impresiones tras su sexto puesto del miércoles en Estibaliz y Mikel Landa repasaba en el autobús del Movistar el perfil de la jornada que les esperaba.

El zuyano es de los tres quien más veces ha disputado la Itzulia y en esta edición con el añadido de que la carrera pasó ayer por la misma puerta de su casa. “Es especial. Los amigos estarán animando y te da energía. Es bonito”, subrayaba poco antes de tomar la salida. La avanzadilla en el parking de Mendizabala la representaban sus padres y algún que otro vecino. “Con el tiempo que está haciendo es lógico que haya gente que se quede en casa y que lo vean por la televisión”, apuntaba con sinceridad Landa, quien ponía de relieve la vinculación que históricamente ha tenido Vitoria con la prueba de casa. Pasar por el centro no suele ser lo habitual y esa proyección que el pelotón hace de manera neutralizada fue algo que Mikel no quiso pasar por alto. “Es interesante fomentar la movilidad en bicicleta por el casco urbano. Es un lujo que podamos pasar por el centro de la ciudad”, manifestaba mientras los comisarios hacían sonar sus silbatos para que los ciclistas acudieran a la línea de salida.

Cerca suyo estaba Jon Aberasturi, quien saludaba a varios conocidos además de fotografiarse con algunos seguidores. Con la sexta posición lograda horas antes trataba de mitigar los dolores de espalda que tenía tras la caída sufrida el sábado en el Gran Premio Miguel Indurain, en Estella. Apenas había dormido y horas después tuvo que poner pie a tierra regresando a su domicilio para intentar reponerse lo mejor posible de cara a su siguiente reto competitivo, la Vuelta a Turquía que se celebrará la semana que viene. No resultó ser el mejor de sus estrenos en la Itzulia. “Se nota que es una prueba World Tour, porque cuando se ponen de verdad los rivales a marcar el ritmo es muy alto. La verdad es que estaba ilusionado por correr la cita de casa, pero los perfiles que ponen siempre son complicados para un ciclista como yo. No era el final que mejor me iba. Si hubiese sido en la Avenida Gasteiz mejor, pero estoy contento con el resultado”, resumía el sprinter del Caja Rural.

Es su primer año con la escuadra navarra y en su mente estar mejorar el palmarés conquistado en 2018. Se le hizo extraño dormir en un hotel vitoriano teniendo su casa a escasos cinco minutos. “He visto a mucha gente conocida estas horas y las carreteras por donde entreno habitualmente eran los últimos kilómetros de la etapa del miércoles. En cadetes y juveniles era normal pasar por ahí, pero en profesionales no me había llegado”, relataba todavía vestido con el chándal del equipo. A su mejora física le pide algo de suerte y más cuando no cuenta con un bloque ideado para ayudarle en las llegadas masivas. “Con paciencia seguro que puedo levantar los brazos pronto. El año pasado lo conseguí. Aquí no tengo un treno que me ayude en el sprint y con algo de fortuna, que siempre hace falta, seguro que podré ganar alguna carrera”, apostillaba Jon Aberasturi.

Para quien tampoco es novedosa su presencia en la Itzulia es para Víctor De la Parte, quien hubiese preferido dormir en su casa y no en un hotel. “Tienes tu cama al lado y estas ahí secuestrado, pero es lo que toca. Es bonito que un evento como este llegue aquí. Conoces todo y lo hace diferente”, analizaba el integrante del CCC, quien se marca acabar mañana entre los diez primeros en la clasificación general. “Vamos a ver cómo se dan las etapas de montaña y a ver si podemos terminar con los mejores”. También reconoció como algo inolvidable el hecho de pedalear por el centro de la capital alavesa en la jornada de ayer. “En Pamplona también lo hicimos en la Vuelta a España y es algo bonito. Es un lugar que apuesta por el deporte y nos concede la oportunidad para que lo disfrutemos con la gente”.