Duración: 85:58 minutos de juego.

Saques: 2 de Altuna III (tantos 1 y 17) y 1 de Irribarria (tanto 12).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 756 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 9 de Altuna III, 1 de Martija y 12 de Irribarria.

Errores: 3 de Altuna III, 4 de Martija, 6 de Irribarria y 4 de Zabaleta.

Marcador: 1-0, 1-1, 2-1, 2-2, 3-2, 3-3, 3-5, 4-5, 4-6, 5-6, 5-9, 6-9, 6-10, 7-10, 7-13, 12-13, 3-13, 13-16, 16-16, 17-16, 17-17, 18-17, 18-18, 18-19, 19-19, 19-20, 20-20 y 22-20.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Beotibar de Tolosa. Buena entrada. En el primer partido, Mendizabal III-Jaunarena ganaron a Peña II-Etchegoin (22-20). En el tercero, Darío-Erostarbe vencieron a Arteaga II-Urretabizkaia II (22-13).

Y cuando parecía que no le quedaba más chispa que rebañar del Campeonato de Parejas, la madeja acabó por enredarse ayer en el frontón Beotibar de Tolosa. Expertos en esas lides, en el arte del sainete y de la revolución, en una perpetua montaña rusa de emociones, la inspiración de Jokin Altuna y el trabajo de Julen Martija, que acabó en el suelo, agarrándose una pierna derecha que sufría la electricidad del esfuerzo como si hubiera metido los dedos en un enchufe, cambiaron el gesto a los poderosos Iker Irribarria y José Javier Zabaleta. Estos dieron oxígeno a sus contrincantes, quienes emergieron con el desgaste del material y el tajo. Héroes de clase obrera. El bíceps azul no maniató a su respuesta. No existió el bozal del material como en la jornada anterior ante Oinatz Bengoetxea y Ander Imaz en el Astelena de Eibar.

Sufrieron Irribarria y Zabaleta y, además, se encontraron con una jugada final que les perjudicó: en el 21-20, un derechazo de Martija a medio frontis acabó con el de Etxeberri en el suelo por un calambre y eso imposibilitó que al aramarra alcanzara el cuero. Los jueces no dieron la vuelta y el duelo más peloteado del Parejas feneció con polémica, ya que el zaguero de modo involuntario incapacitó al zurdo para alargar el choque y, por tanto, para seguir peleando. ¿Qué habría sucedido si hubieran dado la vuelta? ¿Y si...?

En cualquier caso, el final de infarto fue el ejemplo de la supervivencia como leitmotiv que poseen Altuna III-Martija. Su partido se forjó en la resistencia desde la trinchera. Del infierno al cielo. Les ayudaron los regalos rivales, pero Julen, el más activo del cuarteto, dio él solito 200 pelotazos -en el choque del viernes entre Ezkurdia-Ladis Galarza y Elezkano II-Rezusta se cruzaron 279 en total- y terminó con piernas de madera, en el suelo, todo piel y hueso, sin poder celebrar la victoria porque el dolor le recorría el tren inferior como una banda de pitbulls rabiosos.

Así, la madeja del Parejas se enreda un poco con el cuarto punto del amezketarra y el de Sakana. El camino para acceder a las semifinales es todavía escarpado y duro, pero siguen vivos junto a Bengoetxea VI-Imaz. La décima jornada, por lo menos, no cierra la emoción de la pelea.

En ella se regodean los vencedores de ayer. Habitantes del barro. Se encontraron dominados, pidiendo la cuenta Irribarria -intenso en el remate y rápido en defensa- y Zabaleta, aunque siempre vivos. La hipervitaminada combinación de Aspe, entretanto, se vio en superioridad, pero sin la capacidad de sellar tal distancia. Manejaron marcadores abismales (5-9 y 7-13), Iker selló tantos de gloria y sensaciones de superioridad inmensa, pero, aun así, terminaron con el agua al cuello. Los yerros propios y los problemas de creación supusieron una losa pesadísima con el traqueteo. Demasiadas concesiones ante unos luchadores. Crecieron cuando se endureció la contienda. Sin partir el frontón emergió Altuna III y apretó los dientes Martija. En el retrovisor, un campeonato incómodo y en la cuerda floja. La brega amarró el partido. Cuatro buenos remates del guipuzcoano apretaron las tuercas a los azules, que perdieron pelota y el rumbo. La tendencia cambió a raíz del 13-13. Sin embargo, Irribarria-Zabaleta manejaron diferencias hasta el 13-16. Todo se enredó después. Y en territorio revuelto Jokin puso su mejor perfil en ataque. Dejar con vida a sus adversarios fue el mayor yerro de los azules. Después de errar una parada lejana con el 19 iguales, Altuna III selló una botivolea violenta (20-20) y un remate al txoko (21-20). El último tanto tiñó el partido de condicionales. ¿Y si...?